ᯓ _______, se muda a una nueva ciudad después de que sus padres hayan divorciado, dejando a su familia y a sus amigos atrás para partir con su madre. En su nueva casa, descubre algo y a alguien que harán de su nueva vida algo muy diferente a lo que...
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Me había quedado dormida varias horas, cuando desperté ya era de día. Revise mi celular y eran las 8am, estaba muy temprano.
Me levanté y fui al baño para asearme y luego baje a desayunar, mi madre al parecer no estaba despierta aún así que tomé unos cereales que estaban en la mesa y la leche del refrigerador. La cocina estaba un poco desordenada ya que recién nos habíamos mudado, y casi me tropezaba con algunas cajas...
Me senté a desayunar mis cereales con leche, estaba a punto de comerlos pero escuché que alguien tocaba la puerta, arruinando mi tan esperado desayuno.
Fui a abrir la puerta y había una chica al parecer unos años menor que yo. Tenía el pelo negro brillante y era tan largo que llegaba hasta sus rodillas, era bastante bonita.
--¡Hola, buenos días!-- dijo con entusiasmo y una sonrisa-- Soy tu vecina de al lado, mi mamá me dijo que te trajera este pastel para ti y tu mamá-- me dijo y me extendió una tarta de fresas que se veía muy rica.
--Wow...¡Se ve muy rica, muchas gracias! ¿Cómo te llamas?-- Pregunte solo por cortesía, ya sabía su nombre porque lo había escuchado en aquella conversación de ayer.--Yo soy __________--.
--Un gusto, yo soy Alejandra pero puedes decirme Ale. Tengo 14 años y por lo que escuché tu tienes 16. ¡Espero que nos llevemos bien y que seamos amigas!-- dió un brinco de alegría, esta chica se veia muy amigable.
--¡Me encantaría ser tu amiga! Si quieres, puedes venir el lunes a ver películas en mi cuarto, para que conversemos y nos conozcamos mejor.-- le sugerí y sus pupilas se dilataron, se había emocionado bastante y me dijo que si.
--¿Puedo traer a mi hermano mayor? Es que no me dejan salir sin el. No te molestará, supongo. Además el hizo esa tarta.-- Mire la tarta pensando, si ese chico viene sería bastante incómodo para mí, y tengo entendido que para el también por qué al parecer me odia. Pero supuse que Alejandra no tenía otra opción a si que accedí. Ella emocionada se fue a su casa y yo volví a la cocina, terminando por fin mi desayuno.
Decidí probar la tarta, un trozo no me haría daño... Corte una rebanada y me la comi. Estaba suave y delicioso, y la mermelada de fresa estaba dulce pero no tanto, era la tarta más deliciosa que había probado. ¿Cómo un chico tan odioso puede hornear tan bien?
Estaba deleitandome con el sabor dulce del postre cuando la puerta fue tocada otra vez, esto ya era el colmo...
Fui a abrir otra vez y había un hombre con varias cajas en las manos y otras en el piso. !Los pedidos! Me había olvidado por completo. El hombre me ayudó a entrar todas las cajas y fui al cuarto de mi madre para buscar dinero y pagarle. El se fue con rapidez.
Curiosa, empeze a abrir las cajas. Había dos cajas bastante grandes que eran las de los televisores, así que las dejé en su lugar. En las demás había ropa hermosa, accesorios, zapatos, stickers que yo había pedido, etc. Pero hubo un objeto que llamo mucho mi atención...
¿Un ukelele? Ni mi madre ni yo tocamos instrumentos, ¿por qué compraría uno? Justo ahí mi madre adormilada bajo las escaleras, se quedó perpleja al ver tantas cajas.
--No puede ser _________, llegaron los pedidos y no me despertaste?-- Dijo con un leve tono de molestia, yo me límite a quedarme en silencio. Si la hubiera despertado se hubiera enojado igualmente.
--Mamá, de quien es este ukelele?-- Pregunté curiosa agarrando el instrumento y tocando las cuerdas aunque no sabía que funcion hacia cada una ni nada por el estilo.
--Oh, cierto. Pues es para ti. Se suponía que era una sorpresa para tu cumpleaños pero llegó antes de lo que esperaba.-- Se rasco la cabeza. Tenía razón, mi cumpleaños era en dos meses, en agosto. --Puedes aprender a tocarlo por internet, he oído que no son tan difíciles de tocar como las guitarras, por eso te compre un ukelele.--
--Es muy bonito... ¡Gracias! Aprenderé a tocarlo y te enseñaré alguna canción.-- Le prometí con emoción, dejando el instrumento a un lado para seguir ayudando a mi madre con las cajas e invitarle de la tarta que había traído Alejandra.
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Era de noche, yo estaba estrenando mi nuevo televisor viendo una serie llamada "The end of the f***ing world", sinceramente la serie estaba bien rara...
De la nada escuché un ruido como musical proveniente del otro lado de la pared, era muy fuerte, como si el ruido estuviera conectado a unas bocinas...
Era un tanto molesto, así que aproveche la puerta que tenía a mi favor para espiar lo que hacía mi odioso vecino. Abrí la puertecita, que estaba ahora decorada con los stickers que habían llegado anteriormente.
Me adentre al túnel, algunas telarañas se pegaron a mi ropa pero logré llegar al otro lado con éxito. Me quedé en el túnel y solo abrí la puertecita un poco para observar, y estaba el chico allí adentro tocando el piano serenamente. ¿El tocaba el piano? Me emocioné, ahora tenía un ukelele. Pero, no puedo entablar una amistad con el ahora, me cae mal por lo que habia dicho sobre mi. No entiendo como Alejandra siendo tan simpática puede tener un hermano tan fastidioso...
Quise acercarme más para observar mejor, pero...accidentalmente salí hacia afuera golpeando mi cabeza con el piso --¡Agh!-- di un quejido, mierda, la cague.
--¿Que? ¿Quien está ahí?-- El chico se volteo con rapidez mirando hacia todas partes, no me podía encontrar!
Me moví a toda velocidad hacia atrás, entrando al túnel y cerrando la puerta, esperando que el no me haya visto, y después me regresé a mi habitación.
--Ah, eso fue horrible...-- Suspire sana y salva en mi cuarto, limpiando el polvo y las telarañas que tenía adheridas a la ropa. De la nada escuché un sonido proveniente de la puerta...
--¿Hola?--
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