My Eyes On You [GeminiFourth]

𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝟭

NOTA : My eyes on you, esta basada en hechos reales que ocurrieron a la persona la cual dio autorización de escribir cierta parte de su historia y para enriquecer la narrativa, algunas partes de la historia serán adaptadas con elementos ficticios.
La combinación de la realidad y la ficción tienen como objetivo ofrecer una buena experiencia de lectura sin comprometer la esencia de los acontecimientos reales que inspiran esta historia
Espero disfruten de esta historia tanto como yo he disfrutado al escribirla.

                                 YO SOY ASÍ
                               
Me desperté con el sonido del despertador a las seis en punto de la mañana, como todo los días. Estiró el brazo apagando la alarma, me quedo un momento mirando un zapato, sintiendo la brisa fresca de la mañana filtrarse por la ventana abierta. Una rutina de todo los días, pero encontraba comodidad en ella.

Después de unos minutos, me levanto de la cama y me dirijo al baño. Me miró al espejo pasándome la mano por mi cabello despeinado, me vestí rápidamente, optando por un conjunto habitual: jeans desgastados, una camiseta de mi banda favorita y una chaqueta de cuero. Me gustaba mantener un estilo casual pero con un toque personal. Antes de salir me preparé un café y me tome unos minutos para disfrutarlo en el balcón de mi departamento donde tenía una vista hermosa de la ciudad.

A las siete, salí en camino a la universidad, mi departamento estaba cerca así que caminaba para poder llegar, me gusta caminar; era mi momento de reflexión, donde podía ordenar mis pensamientos, sin embargo mis pensamientos estaban ocupados por una sola persona: Fourth

Fourth es como un enigma para mi. Había conocido a Fourth hace dos años en la cafetería de la universidad, al verlo me dije — tiene una belleza muy angelical — al principio solo era atracción, pero no lo veía regularmente y solo lo miraba dos veces a la semana hasta que no lo volví a ver, hasta este año, lo admiraba en silencio. No era que no quisiera hablarle, era que el miedo me paralizaba, temía un rechazo, pero aún más, temía perder la esperanza que había mantenido viva durante tanto tiempo.

Cada día me prometía que encontraría el valor para hablar con Fourth, pero había algo que me detenía, hoy sin embargo sentía algo diferente. Mientras caminaba hacia la universidad, sentí una determinación que no había sentido antes. Quizás hoy sería el día en que finalmente daría el primer paso.

Me dirigí a mi clase, entre y me senté en mi habitual asiento cerca de la ventana, mi corazón comenzó a latir rápido al verlo pasar por mi salón de clase, luego entro para hablar con la profesora, le pregunté a mi amiga si sabía su nombre o si lo conocía, claramente que sabía cómo se llamaba, al salir creo que sintió que lo miraba, sentía una mezcla de emoción y nerviosismo más cuando su mirada estaba fija en mi mientras salía.

Luego comencé a verlo más seguido, solo eran miradas nada más entre ambos, "solo miradas" pero no quería que se quedara en miradas, pero cuando me decidí en hablarle lo mire con su grupo de amigos, mi mente comenzó a sobre pensar. Era muy evidente que hablaban de mi porque ya que sus miradas se dirigían hacia mi persona, pero no se si en bien o en mal.

La tercera vez que me lo encontré estaba solo cuando mis amigos llegaron a saludarlo para pedirle una accesoria, él no me miró por ningún momento, cada vez que pasaban cosas como esas daba un paso atrás y la idea de acercarme a él ya eran nulas. Sentí inseguridad y a la vez curiosidad de lo que habla con sus amigos — ¿Le caeré mal?— pensé — ¿Me miró tan mal?— espero solo sean ideas mías.

Cada vez que miraba a Fourth hablando con sus amigos me sentía invadido por una ola de inseguridad que me hacía cuestionarme todo. Observaba desde la distancia, sintiéndome pequeño convenciéndome de que mi presencia no sería bienvenida o, peor aún el miedo de que Fourth me despreciara, me paralizaba cada sonrisa compartida entre el y sus amigos que no me quitaban la vista de encima, decidí ignorar cada cosa que me pasaba por la mente, tal vez solo sean ideas mías — ¿Y si me arriesgo? —