My Eyes On You [GeminiFourth]

𝘾𝙖𝙥𝙞́𝙩𝙪𝙡𝙤 𝟳

                        
                         BAJO LA LLUVIA

Había tomado una decisión que me costó días de reflexión y noches de insomnio no le escribiría a Fourth después de él incidente, el miedo se apoderó de mi sintiendo que esta vez no sabría cómo conectar con él, llegue a la dolorosa conclusión de que no podía seguir aferrado, después de tantos intentos fallidos de acercarme a él, llegue a pensar de que tal vez simplemente no estaba destinado a ser alguien importante.

Decidí enfocarme en mis estudios y disfrutar mi tiempo en la universidad sin preocuparme por un amor imposible, sin embargo, el destino parecía tener otros planes. Cada vez que daba la vuelta en un pasillo, Fourth estaba allí. En la cafetería, en la biblioteca, incluso junto alguno de mis amigos que parecía que se llevaban bien, el universo estaba conspirando para que me lo encontrara una y otra vez.

Al principio trate de ignorar estos encuentros, pero cada vez que veía a Fourth algo en mi interior se encendía imaginando que pudo haber pasado si hubiera hablado con el real Fourth, pero es algo que solo quedará como un mal recuerdo para mi.

Un día que parecía ser soleado en la primavera iba ya de regreso a mi casa luego de terminar mis clases pero lo que parecía ser un día soleado se tornó en uno lluvioso, corrí hasta encontrarme un quiosco, la lluvia golpeaba con fuerza el techo del aquel pequeño quiosco donde me resguardaba de la lluvia, sentando esperando que la tormenta acabara cuando escuché unos pasos apresurados acercándose, levante la vista mirando alguien tapándose con un libro bajo la lluvia empapado y sin paraguas, estaba a pocos metros de mi, pero él solo se quedó ahí parado.

— Eh, tú! — Lo llame desde el quiosco alzando la voz para hacerme oír sobre el ruido de la tormenta. El se detuvo en seco y miró hacia el quiosco, buscando de donde venía la voz, solo asintió indicándome que se acercaría. — ¿Porque estaba parado ahí? — pregunte curioso moviéndome hacia la entrada para darle espacio.

Él corrió entrando con la respiración agitada por el esfuerzo de la carrera bajo la lluvia, — Hola y gracias... — dijo, intentando recuperar el aliento mientras se sacudía un poco para quitarse el agua de encima.
— ¿Estas bien? Pregunte observándolo ofreciéndole una sonrisa agradable

Él solo asintió con la cabeza.

Conforme la lluvia continuaba golpeando el techo del quiosco la atmósfera era algo tensa y el silencio de él era un poco incómodo, quería poder conversar pero él evitaba hablar así que preferí mejor esperar que la lluvia pasara, se me hacía difícil para mi dejar de ver aquel chico de piel blanca, su cabello negro y los hermosos lunares que adornaban su hermoso rostro. Me preguntaba cómo estábamos en la misma universidad y jamás lo había mirado, después de un rato la lluvia comenzó a disminuir y el salió primero diciéndome solo adiós.

Observe cómo se alejaba después de compartir el quiosco donde acampamos la lluvia, aún que no hablo disfrute el poder estar cerca de él por un leve momento durante la lluvia, sentí tristeza y frustración. Aunque quería acercarme más a él, algo parecía frenar ese impulso. Tal vez había un temor de arruinar el momento, el ponerlo incómodo o simplemente no encontraba las palabras adecuadas para poder hablarle. Esa indecisión pensaba mientras lo veía desaparecer lentamente de mi vista
Así que ese día me prometí que aprovecharía cada momento para poder acercarme a él, pero es una pena que esa promesa no se pudiera cumplir porque ya había dado por perdido el acercarme a Fourth y esa fue la segunda vez que lo mire.

Recuerdo vívidamente el día que conocí a Fourth, en una reunión de alumnos donde se encontraban estudiantes de otras facultades. Fue un encuentro accidental, un tropiezo fortuito en medio de un pasillo, venía saliendo de clases cuando de repente chocó con alguien al punto de caer, pero nos atrapamos mutuamente antes de que sucediera algo peor.

Lo primero que note fue la belleza de Fourth. No solo física, aunque eso también fue impactante pero lo que realmente me atrapó fue la energía que Fourth irradiaba, después del tropiezo él se disculpó rápidamente y solo respondí con una sonrisa amistosa, restándole importancia al accidente, en ese breve intercambio decidí que quería conocer más a Fourth, no solo por su apariencia, sino por esa chispa de conexión que sentí en ese momento, el tiene que ser mi amigo — pensé.

Desde ese día comencé a preguntar si conocían a Fourth y en que faculta estaba, que hora eran sus clases o si practicaba algún deporte, al obtener esa información y poder acercarme a él me aprendí sus horarios acercándome también a varios de sus amigos para poder llegar a él.

Era difícil para mi el disimular cuando lo veía, sus amigos a lo largo me saludaban con algunos que me llegue a relacionar de buena manera; al pasar el tiempo yo solo lo veía por los pasillos y fue poco después que le comenté a mi amiga Pam sobre él sin saber que ellos eran amigos al principio, lo único que quería es poder acercarme a él, me conformaba con solo ser su amigo pero a medida que el tiempo pasaba eso parecía ser imposible, el día que estuvimos en el quiosco tuve la oportunidad de poder hablarle pero mis inseguridades impidieron eso, pensé que él me ignoraría.

Pero todo cambio cuando un miércoles que salía de la biblioteca para dirigirme a la cafetería cuando a lo largo mire a Fourth apresurado por el pasillo lleno de gente donde accidentalmente tropezó conmigo haciendo que la caja que llevaba se deslizara de sus manos y se estrellara contra el suelo, me agaché rápidamente para ayudarlo a recoger las decoraciones que se habían caído, Fourth se disculpó rápidamente conmigo visiblemente avergonzado por el percance en medio del caos de decoraciones desordenadas, al terminar de recoger cada una de las decoraciones Fourth me dio las gracias regalándome una sonrisa, —Discúlpeme Gemini por ser un poco torpe — Sonrió siguiendo su camino, sorprendido al saber que sabía mi nombre solo asentí, ¿Fourth sabe mi nombre? SABE MI NOMBRE.

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