T1 / CAP 1

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un tragico dia...

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En un rincón tranquilo del país, la familia Hikari vivía en una modesta casa al borde de un denso bosque. La casa, hecha de madera robusta, siempre estaba llena de risas y del amor incondicional de una familia unida. Haru, el hijo menor, era un niño curioso y lleno de vida, siempre siguiendo a su hermana mayor, Aiko, en sus aventuras por los campos y los bosques que rodeaban su hogar.

Los padres de Haru, Takeshi y Yumi Hikari, eran cazadores de demonios respetados. Sus habilidades en el combate y su dedicación a proteger a los inocentes eran conocidas en toda la región. Aunque sus tareas los llevaban a menudo fuera de casa, se aseguraban de pasar tanto tiempo como fuera posible con sus hijos, enseñándoles no solo sobre la vida, sino también sobre la importancia del deber y el coraje.


Takeshi y Yumi eran estrictos pero amorosos. Desde temprana edad, comenzaron a enseñar a Haru y Aiko sobre el arte de la espada y las técnicas básicas de respiración, esenciales para un cazador de demonios. Haru mostraba un gran interés en estas lecciones, aunque su corazón aún estaba más interesado en explorar y jugar. Aiko, en cambio, se tomaba muy en serio el entrenamiento, deseando seguir los pasos de sus padres y proteger a su hermano menor.

Una mañana, mientras el sol se levantaba lentamente sobre el horizonte, Takeshi y Yumi llevaron a Haru y Aiko al claro del bosque para entrenar.

—Papá, ¿crees que algún día seré tan fuerte como tú? —preguntó Haru, intentando imitar la postura de combate de su padre.

Takeshi sonrió y acarició la cabeza de su hijo.

—Estoy seguro de que serás incluso más fuerte, Haru. Pero recuerda, la fuerza no solo viene del cuerpo, sino también del corazón y la mente.

Aiko, que ya estaba practicando con su madre, interrumpió.

—Haru, deja de hacer preguntas y concéntrate en tu entrenamiento. No queremos que los demonios nos sorprendan cuando no estemos preparados.

Haru asintió con determinación, esforzándose por seguir el consejo de su hermana. El entrenamiento continuó, lleno de risas, sudor y el sonido de espadas chocando.


A medida que los días se convertían en meses y los meses en años, las habilidades de Haru y Aiko crecieron. Aiko, con 13 años, era una espadachina prometedora, mientras que Haru, con 12, comenzaba a mostrar un talento innato para la velocidad y la agilidad. Sin embargo, no todo era tranquilo en la vida de los Hikari. Los rumores de demonios más fuertes y organizados comenzaron a extenderse. Takeshi y Yumi, siempre vigilantes, se preparaban para lo peor, sabiendo que sus deberes como cazadores podrían traer peligro a su hogar.

Una noche, mientras la familia cenaba, Takeshi y Yumi discutieron en voz baja las noticias inquietantes que habían oído durante su última misión.

—He oído que un demonio de rango superior ha sido visto cerca de nuestra región —dijo Yumi, con preocupación en su voz.

Takeshi asintió, mirando a sus hijos con ojos llenos de preocupación.

—Es cierto. Su nombre es Akuma. Es conocido por su brutalidad y poder. Debemos estar preparados para cualquier cosa.

𝕰𝖑 𝖆𝖘𝖈𝖊𝖓𝖘𝖔 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖓𝖔𝖈𝖍𝖊 𝖊𝖘𝖙𝖗𝖊𝖑𝖑𝖆𝖉𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora