T1 / CAP 3

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Un combate de prueba 

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Había pasado una semana desde que Haru fue encontrado por Reina y llevado al cuartel general de los cazadores de demonios. Durante estos días, Haru había estado entrenando intensamente, intentando mejorar sus habilidades y superar el dolor de haber perdido a sus padres y de no saber el destino de su hermana Aiko. Reina veía en Haru un gran potencial y había decidido ponerlo a prueba de una manera especial.


Era una mañana fresca y tranquila. El sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rosados. Haru estaba en el campo de entrenamiento, realizando sus ejercicios matutinos de respiración y concentración. Cada inhalación y exhalación eran precisas, controladas, un reflejo de la disciplina que Reina le había inculcado.

Reina, vestida con su uniforme de cazadora de demonios y con una espada de madera en la mano, se acercó a Haru. Su presencia imponente irradiaba confianza y poder.

—Haru, hoy vamos a probar algo diferente —dijo Reina, con una sonrisa que ocultaba un desafío.

Haru se detuvo y miró a Reina, curioso y un poco nervioso.

—¿Qué vamos a hacer, Reina?

Reina levantó la espada de madera y se la ofreció a Haru.

—Vamos hacer un duelo—.

Después de las palabras de Reina, Haru sabía que este duelo no sería una simple práctica. Reina no solo quería medir sus habilidades físicas, sino también su determinación y capacidad de adaptación en una situación de combate real. La presión era palpable, pero Haru decidió darlo todo.

Reina adoptó una postura defensiva, sus ojos fijos en Haru, analizando cada uno de sus movimientos. Haru sabía que cualquier vacilación podría costarle el duelo. Con un grito de determinación, se lanzó hacia adelante, blandiendo la espada de madera con todas sus fuerzas.

Reina bloqueó su primer ataque con facilidad, pero Haru no se detuvo. Giró sobre sus talones y lanzó una serie de golpes rápidos y precisos. Cada golpe era bloqueado, pero la expresión en el rostro de Reina mostraba que estaba genuinamente impresionada por su velocidad y precisión.

—¡Bien, Haru! Pero no te confíes. Un verdadero cazador de demonios siempre debe estar un paso adelante —dijo Reina mientras contraatacaba con un golpe veloz que Haru apenas logró esquivar.

Haru sintió la adrenalina correr por sus venas. Sabía que no podía dejarse llevar por la emoción del momento. Respiró hondo y recordó los entrenamientos intensivos que había tenido en la última semana. Decidió usar una táctica diferente, enfocándose en su agilidad para intentar desestabilizar a Reina.

Con una rapidez asombrosa, Haru se movió en círculos alrededor de Reina, buscando un punto débil en su defensa. Reina seguía cada uno de sus movimientos, pero Haru notó un pequeño espacio en su guardia. Con toda su energía, se lanzó hacia ese punto, esperando sorprenderla.

—¡Ahora! —gritó Haru mientras lanzaba un golpe rápido hacia el flanco derecho de Reina.

Reina bloqueó el ataque, pero la fuerza del golpe la hizo retroceder un paso. Haru aprovechó la oportunidad y siguió atacando, sus golpes eran cada vez más rápidos y precisos. Reina comenzó a sudar, su respiración se volvió más pesada, pero mantenía su postura defensiva.

𝕰𝖑 𝖆𝖘𝖈𝖊𝖓𝖘𝖔 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖓𝖔𝖈𝖍𝖊 𝖊𝖘𝖙𝖗𝖊𝖑𝖑𝖆𝖉𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora