𝕰𝖑 𝖆𝖘𝖈𝖊𝖓𝖘𝖔 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖓𝖔𝖈𝖍𝖊 𝖊𝖘𝖙𝖗𝖊𝖑𝖑𝖆𝖉𝖆

T1 / CAP 4

Las sombras del pasado

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Era un día despejado y soleado. Haru entrenaba intensamente en el campo, sudoroso y concentrado, mientras Reina lo observaba desde una sombra cercana. Cada movimiento de Haru reflejaba su arduo entrenamiento y su inquebrantable determinación. Reina, con los brazos cruzados y una expresión seria, no podía evitar recordar su propio pasado mientras miraba a su joven pupilo.

Reina había nacido en un pequeño pueblo al pie de una montaña. Su infancia fue relativamente pacífica hasta que cumplió los 10 años. Una noche, su aldea fue atacada por un demonio. El caos y el terror se apoderaron del lugar mientras el demonio arrasaba con todo a su paso. Reina perdió a su familia esa noche, quedándose sola en un mundo que de repente se había vuelto oscuro y peligroso.

Abandonada y sin esperanza, Reina vagó por los caminos hasta que fue encontrada por un cazador de demonios llamado Shigenori. Shigenori la rescató y la llevó consigo, enseñándole los caminos de los cazadores de demonios. Su entrenamiento fue riguroso y lleno de desafíos, pero Reina demostró tener una fuerza interior que sorprendió a su maestro.

—Reina, no dejes que el odio te consuma —le decía Shigenori durante los entrenamientos—. El odio puede ser un arma poderosa, pero también puede destruirte si no lo controlas.

—Lo sé, maestro —respondía Reina, limpiándose el sudor de la frente—. Quiero ser fuerte para proteger a otros, para que nadie más tenga que pasar por lo que yo pasé.

Reina trabajó incansablemente, perfeccionando su técnica y desarrollando una nueva postura de respiración basada en el fuego, conocida como la Postura de Llamas. Su determinación y habilidad la llevaron a ascender rápidamente entre las filas de los cazadores, ganándose el respeto de sus compañeros y superiores.

Una noche, mientras hacía guardia con Shigenori, enfrentaron a un demonio particularmente fuerte. El combate fue feroz y, a pesar de su valentía, Shigenori cayó en batalla, sacrificándose para salvar a Reina. Con su último aliento, Shigenori le dijo:

—Reina, sigue luchando. No permitas que mi sacrificio sea en vano. Eres fuerte y tienes un corazón puro. Llega hasta donde yo no pude.

La muerte de su maestro dejó una profunda cicatriz en el corazón de Reina, pero también le dio una razón más para seguir adelante. Juró que honraría la memoria de Shigenori convirtiéndose en la cazadora más fuerte y protegiendo a aquellos que no podían protegerse a sí mismos.

Reina continuó su camino, enfrentándose a innumerables demonios y superando pruebas cada vez más difíciles. Su habilidad con la Postura de Llamas se perfeccionó hasta el punto de ser reconocida como una de las más poderosas entre los cazadores de demonios. Finalmente, después de derrotar a 99 demonios normales y una Luna Menguante, Reina alcanzó el rango de Meiso, uno de los niveles más altos entre los cazadores de demonios.

Reina sacudió la cabeza, volviendo al presente. Ver a Haru entrenar con tanta dedicación le recordó sus propios días de entrenamiento, llenos de lucha y dolor, pero también de crecimiento y superación. Haru tenía esa misma chispa en los ojos, esa determinación inquebrantable de proteger a los demás y de encontrar a su hermana.