Cuando te miro, el tiempo se detiene,
en tus ojos veo un mar sereno,
tu presencia es un refugio, un remanso,
y siempre estás ahí, mi fiel aliado.
Tus palabras son abrigo en la tormenta,
tu risa, el sol que ilumina mi día,
no sé cómo decir lo que siento,
cuando estás cerca, todo se alinea.
Cada vez que me miras, algo despierta,
un sentimiento profundo, casi inexplicable,
pero en tu compañía, me encuentro a mí mismo,
y en tu amistad, hallo mi fortaleza inquebrantable.
Gracias por ser mi escucha constante,
mi confidente en la calma y el caos,
en tu amistad, hallo paz y alegría,
y en ti, un amigo que nunca falla.
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