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; ☕ # ◟✧ ࿚ ༻

—¡Todoroki!— grito él rubio al salir del baño.

Por la cabeza del mayor solo se repetía una y otra vez los reclamos que Shoto le había hecho minutos atrás, le preocupó ver el daño que le había causado al menor con su ausencia.

Negó con la cabeza tratando de concentrarse para poder encontrar al menor. Aún así por mucho que intentara enfocarse, la música aturdía sus oídos junto con las luces que lo cegaban impidiéndole concentrarse.

—¡Shoto!— era muy claro que por más que gritara una y otra vez su voz no iba a escucharse.

Caminó y empujó a las personas que interrumpían su paso, miró hacia todos los rincones que habían hasta que lo vió. Podía ver cómo entre las otras cabezas se asomaba una muy particular de color rojo y blanco y sin perder tiempo se dirigió hacía aquella dirección.

—Shoto— lo llamó agarrándo su brazo de un tirón.

Aquel chico se dio vuelta dejando ver cómo las lágrimas desbordaban sus ojos, el menor había roto en llanto, algo que no acostumbraba a hacer. El rubio sintió un dolor en el pecho, no le gustaba verlo así.

—Eu Eu— lo tomó de los hombros para poder observarlo bien.
Le limpió las lágrimas con los pulgares acariciando con cariño sus pómulos. 
—Dejame llevarte a casa ¿Dale?—

El pálido refregó su cara con fuerza y sin decir nada asintió levemente a la petición de Katsuki quien al tener la afirmación del menor lo tomó de la mano y lo arrastro hacia la salida de aquel lugar. Ambos salieron y sin soltar sus manos caminaron hasta el auto ya característico del mayor.

Se subieron en silencio, Bakugo encendió el auto y comenzó el viaje con intención de ir a la casa de los Todoroki.

Shoto lo observó de costado y suspiro levemente, no quería ir a su casa a las 5 de la mañana, tampoco tenía ganas de cruzarse al viejo o incluso a Fuyumi quien seguro se preocuparía al ver sus ojos hinchados.
Acaricio su nuca frustrado, quería hablar pero un nudo en la garganta le impedía tal acción.

—Bakugo ...—

El rubio lo miró de reojo y frenó al ver el semáforo en rojo.

—¿Que pasa?—

—Mm ... yo ... — Todoroki evito la mirada del rubio concentrándose en sus manos.
—No quiero ir a mi casa ...—

—Está bien— no iba a cuestionar al menor, al menos no ahora.
—¿A donde queres ir?—

—No lo sé— se encogió de hombros, en realidad si sabía, quería ir al hospital y sentarse al lado de su madre para quedarse ahí por horas. 

—Podemos ir a mí departamento— lo miró
—Hay lugar para dos ¿Está bien?— el albino asintió.

⋙⇹⋘

Todoroki entró por la puerta, se quitó los borcegos dejándolos en el mueble que había a un costado y se levantó del suelo observando con detalle cada rincón de la casa ajena.

No había mucha decoración, parecía ser alguien minimalista, aún así tenía muchas plantas y todas en muy buen estado que seguro les dedicaba gran parte de su tiempo. Siguió caminando por el departamento en el cual se sentía bastante cómodo, era algo bastante acogedor o al menos mucho más que las frías paredes de su casa.

Se inclinó sobre su cuerpo observando al rubio quién cerraba la puerta, al darse vuelta pudo observar la mirada del menor sobre él.

—Sentite como en tu casa— Katsuki caminó hacia él.
—Podés bañarte si tenés ganas, olés a alcohol y a humo—

Shoto olió su ropa instintivamente y era verdad que su olor no era el mejor. Frunció el ceño por el asco que le genero.

—Mira, el baño está ahí— señaló la puerta en el pasillo.
—Anda, metete a bañar y ahora te llevo ropa limpia y una toalla—

—Bueno ... — sin decir nada acató las órdenes que él mayor le había dado.

Todoroki comenzó a bañarse sin dejar de pensar en lo que sucedió aquella noche, le había faltado el respeto a Bakugo al gritarle y echarle la culpa de todas sus desgracias pero al final esa era la única forma que conocía de "hablar" o soltar las cosas que se guardaba.

Se había criado en una casa llena de gritos y reclamos.

Por otro lado Katsuki estaba en la cocina, viendo qué podía preparar para comer, hacía mucho frío a la noche y más en su departamento donde la calefacción no funcionaba en su totalidad.

Dejó agua hirviendo en la pava y caminó a su habitación buscando algo para darle al albino. Miró entre sus prendas que había pero todo parecía ser mucho más grande que la talla del menor. Suspiro levemente sin poder decidir y eligió una sudadera blanca y unos shorts negros.

—Shoto— llamó entrando al baño.
—Acá te dejo la ropa— y sin esperar respuesta salió del baño.

—Gracias— dijo en un tono inaudible.

Salió de la ducha sintiendo el frío chocar con su cuerpo lo que le género un pequeño escalofrío. Miró la ropa que estaba sobre el mueble, sin poder evitarlo la agarró y la llevo a su cara hundiendo la nariz entre la tela. Sintió el dulce y fuerte olor de Bakugo, aquel aroma tan característico que había sentido en pocas ocasiones.

Respiro hondo sin poder alejar su cara, le encantaba aquel aroma. Era como oler algodón de azúcar, sonrió inconscientemente.

Sin tardar más se puso la ropa que le había dejado y salió del baño.

—Katsuki—

El nombrado miró hacía el costado teniendo un pequeño deja vu, Todoroki estaba semi desnudo frente a él, la sudadera le quedaba excesivamente grande y llegaba hasta la mitad de sus muslos.
Vio el short en su mano izquierda, claramente le había quedado grande.

—El short se me cae— dijo tranquilo mientras que lo doblaba. Claramente vergüenza no tenía.

El rubio acaricio su mentón tratando de tranquilizarse, Shoto se veía jodidamente sexy con la remera y ni hablar de los cabellos húmedos que caían por su rostro.

Respiro hondo, definitivamente tenía que calmar sus impulsos, si no conociera lo suficiente al menor podría decirse que este intentaba seducirlo.

—Ahora busco otra cosa— se paró.

—Está bien, digo, no me molesta estar en boxers.— claramente no había pensado antes de hablar y al instante sus mejillas enrojecieron, demostrando que moría de la vergüenza.

Katsuki soltó una carcajada al ver su cara.

—A mi tampoco me molesta Fresita—

—¿Fresita? No me digas así, es raro— bufó molesto.

—No es raro— Katsuki acorto la distancia.
—Sos una fresa con crema— lamió sus labios.

El menor caminó hacia atrás lentamente chocando con el sillón y sin poder alejarse más se abstuvo a mirar los intensos ojos rubíes.

—Me pregunto si sabrás a una— lo agarro de la cintura.

—Ba-bakugo— apoyó sus manos sobre su pecho en un intento (no tan intentó) de alejarlo.

—¿Me lo vas a decir o lo tengo que probar yo?—

—¿Que?— Shoto observó al rubio, no era más alto que él pero aún así lograba intimidarlo.

—Si no me lo decís, voy a tener que besarte— realmente no había planeado llegar a eso con el menor, al principio quería molestarlo y ponerlo nervioso pero algo dentro de él era más fuerte y en el fondo quería mas que ponerlo nervioso.

Volver para atrás no era una opción viable para el rubio, ya lo había hecho. Sus labios estaban a nada de rozarse y no tenía intenciones de alejarse.

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Volví 🤭 y dejo esto por acá

𝑌𝑜𝑢𝑛𝑔𝑒𝑟 𝑡𝒉𝑎𝑛 𝑦𝑜𝑢 ✨ /𝑏𝑎𝑘𝑢𝑡𝑜𝑑𝑜/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora