Imagina que eres un otaku pervertido (no te costará mucho imaginarlo) y al morir renaces en el mundo de tu anime favorito!
Eso le sucede a Ezio, el protagonista de está serie el cual deberá hacerse más y más fuerte para sobrevivir mientras disfruta...
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Ya era de mañana y Ezio debía partir de la mansión Roselei. No quería irse pues sabía que ahí sería tratado como un noble además de tener 2 hermosas mujeres rubias a su disposición.
Pero el no olvidaba su hogar, donde también tiene 2 hermosas mujeres que amaba y que no podía descuidar.
Además, a su corta edad iba a ser complicado explicar el como entró a una relación con una noble de 35 años y su hija de 15.
Charlotte.- ¿De verdad tienes que irte?
Ezio.- Sabes que no me puedo quedar por siempre, no por ahora, vendré cuando tenga oportunidad.
Charlotte.- Te visitaré cuando haya perfeccionado mi magia y tendremos otro duelo si?
Ezio.- Te estaré esperando.
Fleur.- E-Ezio, gracias por todo lo que has hecho.
Ezio.- No me agradezcas Fleur, espero pueda volverte a ver pronto.
Fleur.- Seguro que no quieres quedarte? mis sirvientes no dirán nada sobre nuestra relación
Ezio.- Se que no dirían nada pero tengo personas esperando por mi regreso, además si el reino se entera te acusarían de corrupción de menores o algo por el estilo.
Fleur.- Entiendo... pero... sabes... la maldición...
Ezio.- Lo sé, tienes muchas ganas de hacerlo verdad?
Fleur.- Si!
Ezio.- Tienes a varios sirvientes, mientras no esté tendrás que conformarte con ellos.
Fleur.- Seguro?... digo... no estaría mal?
Ezio.- Claro que no, es lo mejor para todos, además estoy seguro que tus sirvientes también se mueren por follarte.
Fleur.- G-Gracias Ezio...
Ezio.- El tiempo se pasará volando, ya lo verás, nos veremos pronto.
Ezio se despidió de las mujeres Roselei no sin antes darles un largo beso. Fleur se mojó solo con eso y tuvo que retirarse para escoger al sirviente afortunado que la follaría durante ese día.
Se subió a un carruajes y se dirigió a su aldea.
...
*10 horas después*
Ezio ya estaba llegando a su aldea, aun había luz de día por lo que se alegró de poder encontrar a su madre y sus hermanas aun despiertas.
Se bajó del carruaje y agradeció al chofer para después dirigirse a su hogar.
Sin embargo cuando llegó a la puerta escuchó algo que lo alarmó. Una mujer estaba llorando.
Abrió rápidamente la puerta y encontró a su madre Antonella en la entrada llorando.
