Seúl, 2019, 10:10 PM
Yoongi conducía lo más rápido que podía, no quería que por tardanza le fueran a rechazar el servicio. El NAVERmaps le llevó al distrito de Gang-nam, cerca de los grandes edificios de las empresas más importantes del país. Yoongi suspiró cuando pudo pasar por la calle frente a una de las agencias que más le agradaban. El semáforo le hizo parar justo en la esquina, pudo girar su cabeza y ver directamente la gran edificación.
Caramba... parecía tan lejano los días en que creía que sería una gran estrella...un productor reconocido.
Muchos caza talentos se acercaban a él y le pedían sus "demo" para alguna audición. Pero luego se daba cuenta que querían que fuera solo "una cara bonita" más y para colmo... le pedían que bailara. Diablos como odiaba bailar... sobre todo porque la lesión que tenía en el hombro le lastimaba en serio con los movimientos.
Y no es que no supiera bailar... de hecho, no se le daba tan mal. Pero no se sentía realmente cómodo al hacerlo. Él quería "rapear", quería mostrar con sus composiciones todo lo que otros preferían callar. Sus luchas internas, sus sentimientos sometidos. Quería ayudar de una u otra manera a aquellos que pasaban por lo mismo que él.
Echó un último vistazo al edificio y percibió el cambio de color del semáforo. -Verde- dijo con algo de melancolía. Sabía que tenía que seguir adelante.
El NAVERmaps le indicó que estaba cerca del punto de ubicación de su pasajero. Siguió el recorrido y cuando el navegador le indicó que había llegado a su destino, una silueta llamó su atención. Ésta se aproximó con rapidez a la orilla de la acera y con su mano le hizo la seña que se parara.
A medida que se acercaba pudo distinguir una rubia melena juguetear con el viento. La dichosa silueta que le llamaba era nada más y nada menos que un chico con un rostro divino. Vestía una chamarra de lo que parecía ser un diseño de alta costura. Eso...y unos skinny jeans negros de piel, los cuales cubrían unas espectaculares y largas piernas que remataban con unos botines con un poco de tacón.
Inexplicablemente Yoon retuvo el aire que respiraba.
El rubio se acercó rápidamente a su vehículo. No le dio tiempo a Yoongi de aclararle que estaba por recoger a alguien más, cuando el bellísimo chico ya se había subido a la parte trasera de su auto. Parecía exaltado.
-Disculpa... estoy ocupado... tengo que recog...
El rubio le mostró la pantalla de su teléfono donde se apreciaba el servicio que se había solicitado, las placas del automóvil y el nombre del conductor: MIN YOONGI.
Yoongi solo pudo afirmar con la cabeza. -Bien- dijo girándose de nuevo hacia el volante y se dispuso a ponerse en marcha.
Comenzó a desplazarse hacia donde el NAVERmaps le indicó que debía dirigirse. La curiosidad le jugó en contra y disimuladamente miró por el retrovisor para observar a su pasajero. El chico venía recargado en la puerta, viendo por la ventana hacia afuera, totalmente callado.
Yoongi volvió su vista hacia el frente, seguramente era de esos clientes "ricachones" prepotentes que no se dignaban a hablar con quién les diera un servicio. "Una persona más recordándome mi mediocre posición" pensó, de pronto...escuchó un sollozo.
Sus sentidos se pusieron alerta. Miró de nuevo por el retrovisor y pudo ver una lágrima rodar por la mejilla de aquella aterciopelada piel. Sintió la necesidad de preguntarle qué le pasaba. Extraño en él, la verdad no acostumbraba cruzar palabra con ninguno de sus pasajeros, salvo el agradecer al final del viaje por haberle solicitado el servicio. Pero algo dentro de él le decía que tenía que hablarle a aquel joven.

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TAXI
FanfictionMini AU. En un momento de su vida en el que jamás pensó vivir, Yoongi se encuentra atrapado entre una carrera artística frustrada, un trabajo ingrato y una relación que se cae a pedazos. Una noche, harto de la rutina, decide tomar su taxi y despejar...