Llegar hasta el aeropuerto había sido una odisea, recién respiramos tranquilos en el momento en que nos sentamos en el avión camino a Manchester, Inglaterra. Hace ya 6 meses que no veo a mi Juli, solo nos habíamos hablado por teléfono y de vez en cuando me sorprendía con el cartero enviándome postales de Liverpool, The beatles o Londres. Estoy más emocionado que la cresta, era el penúltimo año de colegio antes de salir y empezar con los bunkers en la Capital y a la Julia le había llegado una beca de un internado musical en Inglaterra aplicó en todas las ciudades que pudo rezando para quedar en Liverpool, casa de su banda favorita pero igualmente quedó cerca en Manchester, todo esto es sorpresa en la que nos ayudaron unas de sus roomies para llevarnos al internado al llegar.
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(...)
Se sentía raro tener que usar por primera vez el inglés que sabía, el Alvaro y el Gonzalo quienes también querían ver a su hermana sabían algo de inglés también por suerte, el Mauri quién solo sabía decir "Hello" estaba más perdido que la cresta, me da lata que el Basualto no pudo venir pero que se la va a hacer, ya quiero ver a mi polola conchetumare, nos recibieron sus roomies, una rubia y una de pelo naranjo, tienen un acento raro pero ya ibamos en el taxi al internado en el que al parecer literalmente se internaban, en el auto decían que solo podían salir durante la semana si avisaban con 3 días de antelación y los fines de semana si que podían salir normal sin tener que avisar, también decían que fue un atao' dejarnos entrar a nosotros, nos pasaron como unos gafetes de visitante por los 3 días que estábamos.
Llegamos a un literal castillo que era el tal aclamado internado musical de Manchester.
— So, if I don't get wrong Julie should be on practice in the class 106. Así que, si no me equivoco, Julie debería estar practicando en la clase 106.— Dijo una de las roomies de la Julia que acá era aparentemente llamada "Julie", una vez nos bajamos de auto con las maletas, pasamos a la departamento al interior de este gran edificio para dejar nuestras cosas e ir por la chiquilla po.
Caminamos sintiéndonos como en Harry Potter maravillados por la cantidad de trofeos y reconocimiento del colegio, buscamos por las puertas el número 106. Pasando por las salas se escuchaba de todo, blues, rock, música clásica, hasta que nos detuvimos en la sala en la que según se encuentra la Jul, desde afuera se escuchaba la pieza "whiplash" sería ella la que estuviera tocando? Tocamos la puerta y la abrimos, todos los alumnos pararon y al momento de buscar a quién estaba en la batería casi me caigo para atrás por el abrazo que me dió la Julia.
— AMOR!— gritó antes de darme el beso de mi fakin' vida, como esa niña flacuchenta me podía dejar así de perdido con un beso. Una vez nos separamos nos quedamos viendo, sus compañeros le aplaudían y chiflaban felices por ella, yo solo le veía sus ojos de bambi grandes y cafés, con tupidas pestañas con rímel detrás del vidrio de sus lentes, estaba algo cambiada, para bien, no bastó mucho tiempo para que me diera otro beso más desubicado, la intenté cortar antes para que el resto no se sintiera incómodo.
— Hola...— me dijo cuando la separé, feliz y con un par de lagrimitas en sus ojos
— Hola mi amor.— le dije igual de feliz que ella.
Fue a saludar a sus hermanos y cuñado, se despidió de sus compañeros y disculpó por terminar el ensayo antes.
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[Julia's POV]
Conchetumare la mea sorpresa, íbamos de vuelta a mi habitación con los cabros más feliz imposible weon, les juro que estaba tan emocionada de ir con los cabros a donde sea que quisieran ir, pero iba con ellos.
— Ponte cómodo no má Mauri.— Apenas entramos el Mauro se deshizo en el sofá del living.
— Bacán su depa, tiene como un poco de las tres.— Comentó el Alvaro sentándose en un sofá del living también.
— Entonces... Tení pieza para ti sola?— dijo muuuy cariñoso el Francis abrazándome y susurrándomelo al oído.
— Si, pero se escucha todo.— le dije al tiro para pararle los carros.
— Pónganse cómodos, voy a ir a prender el termo por si quieren tecito.— suspiré yendo a la cocina con el Francis de cola
— Tan rápido te hiciste británica que nos ofreces té antes que una chela?— dijo el gonza que se ponía al lado de la estufa, era primavera pero seguía haciendo un frío de la puta madre.
— Si!— pegué un grito antes de susurrarle al Francis — Mira ven.— Lo llevé hasta mi pieza, blanca con varios posters en las paredes, me tiré a mi cama que tenía entre almohadas y peluches como un nido y se acostó conmigo.
Al instante acomodó su espalda en el respaldo de la cama y yo me puse de lado junto a el, dejando mis piernas sobre su regazo, le daba piquitos en sus cachetitos y acariciaba sus lunares tan bonitos.
— Me extrañaste?— Dijo abrazándome, acercándome más a el, dejándome oler su perfum impregnado en su ropa.
— Mucho.— murmuré en la comodidad de sus brazos, quedándome dormida.
— Yo también... Oye mea' batera que te hicieron acá, o no?— trató de mantenerme despierta, mala cuea que estoy más raja que la cresta.
—... si...— dije ya para quedarme dormida, esperando que el Francis también durmiera un ratito.
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Tenía q sacar algo, espero les guste voten y comenten adictxs
