Capítulo 7 - los trozos de un corazón destrozado

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El bar estaba lleno sin duda era uno de sus mejores momentos pero una entre todo ese gentío todo el mundo paró cuando dos mujeres entraron la que parecía mayor llevaba dos broches de mariposa recogiéndole el pelo mientras la menor llevaba tan solo uno sosteniéndole una coleta sin duda era raro ver a dos muchachas como ella entrar a un lugar así pero en poco tiempo la gente volvió a lo suyo pues había un muy buen chisme corriendo por el lugar.

-Oye recuerdas El Fuerte de los cazadores que cayó hace tres años.-

El hombre habló casi en un susurro aún así cierta mujer comenzó a prestar mucha atención...

-Escuche que al momento del accidente una de las bestias sobrevivió y escapó.-

-Y adivina que, finalmente lo encontraron...-

Finalmente le sirvieron de beber a la mujer pero justo cuando estaba a punto de tocar el vaso escuchó algo que la dejó fría.

-JAJA el maldito espinosaurio se fue a esconder en la montaña.-

Y en ese momento se oyó un gran estruendo pues el vaso que sostenía la mujer se quebró en mil pedazos solo para levantarse, tomar a su compañera, pagar e irse...

Una vez fuera, de su boca solo salieron unas cuantas palabras.

-Kanao vámonos...-

...

Mientras en la montaña un sonido sordo se hizo presente...

Y algo muy pesado cayó piso...

La cabeza de algo muy grande...

Y la nieve volvió a llenarse de sangre una vez más solo que esta vez fue la sangre del asesino la que mancilló la pura nieve.

La cabeza del gigante repito cayó.

Y la responsable, una muchacha de pelo largo de un color rosa intenso con una katana que se asemejaba más a un látigo.

Pero justo cuando se iba acercar a la muchacha fue detenida, él espinosaurio no parecía tener ninguna intención de dejar que nadie se acercara a la muchacha que se le aferraba a la pata y mucho menos al ver el arma que portaba la cazadora.

-Niña aléjate de allí te vas a hacer daño-

Pero el grito que recibió la peli rosa sin duda la sorprendió.

-NO, él me salvó, él no ah hecho daño a nadie, por favor no le haga nada, no se merece la MUERTE.-

Le era difícil de creer la verdad, la bestia tenía el hocico lleno de sangre y solo algo realmente grande podría haber hecho semejante masacre aunque había otra bestia allí y bueno si unes las piezas él espinosaurio estaba herido, herido por garras y colmillos, y contando que este mostraba un comportamiento defensivo en vez de uno agresivo no pasó tiempo hasta que la peli rosa dudo de su debía matarlo.

Después de todo era una regla para los cazadores él no matar a nadie que no lo merezca.

Quizá debería dejarla viva o tal vez debería llevársela para que la juzguen.

No sabía qué hacer pero cuando el olor a putrefacción le llegó a la nariz supo que podía enfrentarse a eso después.

Porque ahora tenían que enterrar a los pobres que perdieron la vida allí.

Ella no es un monstruo, ella solo está asustada (Shinokana) (Shinomitsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora