-𝐟𝐨𝐮𝐫.

1.7K 200 14
                                    

  ݁₊  ⊹ 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.  ݁₊  ⊹  . ݁  ✧  ݁ .  ⊹  ₊  ݁ .




El día estaba completamente nublado, como si el dolor de la reina se esparciera por todo King's Landing. Habían pasado una luna o dos desde que el anuncio de compromiso de el príncipe Daemon y Lady Leah, y aún con todos los malos augurios, la reina Alysanne y la madre de la joven, se encargaban de los preparativos con mucho esfuerzo.

—Hablaré con el consejero de la moneda para saber con cuánto contamos— la reina consorte bebía el té junto con Lady Hightower y su joven hija

—Mi esposo ya a hablado con él para informarle con cuánto apoyará nuestra casa. Le aseguro que lo tendremos problemas con el oro— dijo Lynesse y, ella y la reina bebieron y sonrieron a la par —Mañana llegarán algunas telas de Oldtown, podremos elegir las mejores para hacer tu vestido, cariño—

—Si, madre— respondió la menor, dándole una leve sonrisa para después volver a ver hacia el balcón de la habitación

—Bueno, tengo que retirarme, su majestad— dijo Lady Lynesse levantándose de su asiento

—La espero mañana, Lady Lynesse— se despidió la mayor. Ambas Hightower se levantaron y bajaron su rostro frente la reina —Quédate un poco más, Lea. Quiero hablar contigo—

—Claro, su majestad— asintió Leah. Abrazo a su madre y volvió a tomar asiento, mientras que su madre salía de los aposentos —¿Sucede algo, majestad?—

Alysanne suspiró de inmediato, con su semblante cansado que desde la muerte de su hija, la Septa Maegelle, no mostraba.

—¿No has recibido más cartas de Gael?— preguntó con angustia la mayor

—No, su majestad— respondió Lea, al instante vio como la reina se entristeció con la respuesta —Pero los caballeros ya están en su búsqueda, no deben tardar en encontrarla—

—Claro, hay que tener fe..—

—Rezo todos los días por su regreso, su majestad— dijo Leyla. Su postura no era muy diferente a la reina, aveces no comía, no salía de sus aposentos o pasaba todo el día en el Septon rezando por la salud de la princesa

—Leyla..— pronunció la mayor. La mencionada volteó su vista y fue tomada de la mano por la reina, que parecía más nostálgica —Me alegro que vallas a ser parte de nuestra familia— dijo Alysanne, dedicándole una sonrisa sincera a su contraria —Y sé que harás muy feliz a mi nieto. Aveces hasta los hombros más orgullos necesitan de una mujer que los guíe en su camino, y sé que tú podrás con ello—

-𝐓𝐇𝐄 𝐊𝐈𝐍𝐆- | 𝘋𝘢𝘦𝘮𝘰𝘯 𝘛𝘢𝘳𝘨𝘢𝘳𝘺𝘦𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora