Melisa me había llamado de nuevo diciendo que vaya a su casa, cosa que claramente acepte
...Me quede mirándome en el espejo me mire el vestido negro que resaltaba mucho mis curvas, me planche el pelo, y me maquille, era guapa, pecas, ojos azules, piel blanca, Melisa era todo lo contrario y era súper guapa
...
Me mire por última vez antes de salir, me estoy regalando mucho? Pensé, na... Melisa quiere lo mismo que quiero yo
...
Me encontraba enfrente de la casa de Melisa era la misma, casa elegante, parecía una mansión.
Toque el timbre y rápidamente Melisa me abrió...
Nos quedamos viendo un rato, tenia una blusa medio desecha y las piernas le temblaban, era obvio lo que estaba haciendo, me arrepentí y me giré antes de decirle ni un Hola a Melisa.
Melisa me detuvo con su mano
-Aleya...- susurro-
-No puedo dejar de pensar en ti
Me quede fría pero no me atrevía a mirarla
-Melisa...
...La habitación estaba llena de gemidos, jadeos y súplicas
Melisa fue directa me quito el vestido y la ropa interior y empezó a recorrer mi cuerpo con sus manos y lengua
Melisa estaba besando mi ombligo mientras que con sus otras manos apretaban mis pechos, Melisa bajo más, asta mi abdomen bajo, sentí un escalofrío y no me dio tiempo de reaccionar cuando desplazó su lengua sobre mis pliegues
Me estremecí y gemí
Melisa estuvo un buen momento ahí enviciada en esa posición, hasta que subió hasta mis pechos y empezó a chuparlos y succionarlos, mientras que sus dedos iban levemente hacia mi interior.
Sus largos dedos llegaron a ese punto que me hace estremecer y los metió rápido y empezó a moverlos muy rápido
-Melisa- gemí en suplica
-mas despacio- dije con una gesto de dolor
Melisa no me hizo caso y en cambio movió sus dedos más rápidos
Empece a gritar, suplicar, gemir y jadear pero esta vez eran más fuertes
Melisa no se detuvo hasta cuando ella quiso
-Aleya- me dijo mientras todavía tenía sus dedos dentro de mi
-Ah, Melisa, para- gemí suavemente
Melisa me hizo caso y los saco suavemente y delicadamente
...
Acabo de hacer mi propia tumba
...
Busque mi vestido por toda la habitación de Melisa y me lo puse ya que era lo único que había traído
...
Me fui sin decir ni un adiós Melisa seguía dormida
...
Llegue a mi casa y vi mi móvil y esta vez, si, si había una notificación de ella
...
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-Cambios hormonales- (+18)
عاطفيةAleya es una adolescente de trece años que nunca en su vida ah experimentado nada hormonal hasta que apareció Melissa