Entre monstruos

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-¡Corre, niña, corre!... -imploró su amado padre, y la bellísima princesa acató la orden aterrada, pues a continuación los horribles peones del Príncipe oscuro se le echaron encima y comenzaron a arrancarle la ropa a Su Majestad.

Bulma, agitada, corrió y corrió mirando atrás de cuando en cuando, con el corazón descosido.

¡¿Qué sería de ella?!... ¡¿Qué sería de su padre?!... ¡¡¿Se lo iban a comer?!!... De solo pensarlo el estómago se le revolvía y perdía todas sus fuerzas.

El jardín frontal se transformó rápidamente en un pasillo lóbrego interminable. ¡¿Tendría que atravesarlo?!...

Pese a todo, se armó de valor y se sostuvo la falda del portentoso vestido blanco para no caer durante su huida.

Los monstruos surgieron pronto. ¡Eran cientos, cientos de ellos!... Los hombres deformes la acorralaban, se reían de ella, la jaloneaban, le rompían el vestido y uno de ellos le destrozó su collar de perlas, un recuerdo de su finada madre.

El Príncipe oscuro sonrió en grande, y desde la distancia la señaló con el índice derecho para sus monstruos. -Ja, ja, ja -rio calmadamente-. Háganla sufrir un rato. Los Brief deben saber a quién pertenecen.

Los maravillosos ojos de Bulma lo ubicaron deprisa. -¡¡¡Oiga!!!... -le gritó histérica en medio de la muchedumbre asquerosa que no paraba de acosarla.

Los monstruos callaron.

-¡¡¡Pídales que paren!!! -exigió apretando los ojos.

El Príncipe oscuro, altanero, se cruzó de brazos y todavía sonriente levantó la cabeza. -¿Por qué debería hacerlo?...

-¡Porque no sé por qué demonios me ataca!

-Eso es simple... Bulma -manifestó Su Alteza Real con el mismo semblante-. El reino de tu padre es luz, el mío es obscuridad... Tú... eres la luz -expresó
con lascivia-. Imagínate si te me unieras... nuestros hijos harían llorar al mismísimo Dios.

Bulma abrió la boca.

-Y si te me unieras... yo te devolvería todo, hasta a tu madre.

La princesa estaba atónita.

El Príncipe oscuro, dichoso, extendió el brazo y abrió la mano. -Únete a mí, a Vegeta...

La jovencita peliazul tragó saliva, y enseguida pasó entre los monstruos que le dejaron el camino libre para llegar a su príncipe. Seria estrechó la mano
extremadamente caliente de quien a ahora pertenecía.

Los monstruos los ovacionaron.

Bulma volteó a ver a su príncipe. Sus miradas chocaron. La sonrisa seductora le debilitó las piernas. En el infierno habría amor, lo supo. ¿Era correcto amarlo?... De cualquier manera ya estaban ardiendo.

-¡Vivan los próximos reyes de Vegeta!... -vitoreó un monstruo.

-¡¡¡Vivan!!! -aclamaron todos.

















Nota de autor: Este drabble lo escribí y publiqué en mi fanpage de Facebook :).

Desde luego, esta historia está ambientada en un universo alterno en el que los saiyajin son también demoníacos, y digo "demoníacos", puesto que no son demonios del todo. Quise imaginarme un cuento oscuro con un toquecillo erótico, con unos Vegeta y Bulma adolescentes, aunque no sé si quedó así XD. Fantasía oscura :)🙌🏻🖤.

Nos vemos pronto 💗.

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