El sol se elevaba sobre los picos de las montañas, iluminando la cabaña donde Kushina y Kratos habían establecido su hogar provisional. Después de semanas de convivencia, su amistad se había fortalecido, pero algo más estaba comenzando a florecer entre ellos: un vínculo que trascendía la amistad y se adentraba en el territorio del amor.
Kushina se levantó temprano esa mañana, decidida a sorprender a Kratos con un desayuno especial. Mientras preparaba la comida, no pudo evitar sonreír al recordar los momentos que habían compartido juntos. A medida que el sol inundaba la cabaña con su cálido resplandor, decidió que era hora de dar el siguiente paso en su relación.
Cuando Kratos entró en la cocina, el aroma tentador de la comida recién preparada lo envolvió. Sus ojos se encontraron con los de Kushina, quien le ofreció una sonrisa radiante. "Buenos días, Kratos. Espero que te guste el desayuno que preparé", dijo con un destello travieso en sus ojos.
Kratos asintió con agradecimiento mientras tomaba asiento a la mesa. "Huele delicioso, Kushina. Gracias por prepararlo", respondió con su característica seriedad, aunque su mirada revelaba un destello de aprecio.
Mientras compartían la comida, Kushina decidió romper el hielo y llevar su relación al siguiente nivel. "Kratos, he estado pensando... ¿qué te parece si pasamos el día juntos hoy? Podríamos ir a dar un paseo por el bosque o hacer algo divertido", propuso con una mirada expectante.
Kratos consideró la idea por un momento antes de asentir con aprobación. "Me parece una excelente idea, Kushina. Será agradable pasar tiempo juntos fuera de la cabaña", respondió con sinceridad.
Con la decisión tomada, Kushina y Kratos se aventuraron en el bosque circundante, disfrutando de la belleza natural que los rodeaba. A medida que caminaban, compartieron risas y conversaciones animadas, disfrutando de la compañía del otro.
Sin embargo, el destino tenía preparada una sorpresa inesperada para ellos. Mientras entrenaban juntos en un claro del bosque, Kushina tropezó accidentalmente y cayó encima de Kratos, presionando sus cuerpos juntos en una posición comprometedora.
Ambos se quedaron quietos por un momento, sorprendidos por la cercanía repentina. Kushina sintió el corazón latiéndole con fuerza mientras miraba a los ojos intensos de Kratos, quien la observaba con una mezcla de sorpresa y algo más difícil de identificar.
En un intento por romper la tensión, Kushina se levantó rápidamente, tartamudeando disculpas mientras intentaba desviar la atención del momento incómodo. "L-lo siento, Kratos. No fue mi intención..."
Pero antes de que pudiera terminar la frase, Kratos la detuvo suavemente, colocando una mano en su mejilla. "No te preocupes, Kushina. Fue un accidente", murmuró con una voz suave y cálida que envió escalofríos por la espalda de Kushina.
La atmósfera entre ellos cambió después de ese incidente, cargada con una nueva sensación de intimidad y complicidad. Decidieron continuar su día, pero ambos sabían que algo había cambiado entre ellos.
Más tarde, durante una cita algo extraña que involucraba una cacería en el bosque, Kushina y Kratos se encontraron sentados junto a una fogata, compartiendo historias y risas mientras el fuego crepitaba entre ellos. A medida que la noche caía, Kushina notó una expresión suave en el rostro normalmente estoico de Kratos, que se había sonrojado ligeramente bajo la luz de las llamas.
Inspirada por el momento y alimentada por el coraje, Kushina decidió dar el siguiente paso. Se acercó lentamente a Kratos, sus ojos fijos en los suyos mientras inclinaba la cabeza hacia adelante. Y antes de que pudiera pensarlo dos veces, sus labios se encontraron en un beso suave pero apasionado que selló su nuevo vínculo de amor.
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La sombra del dios ninja
FanfictionKratos, en su juventud, se encuentra con una joven shinobi llamada Kushina Uzumaki, quien ha llegado a Esparta debido a circunstancias misteriosas. A pesar de sus mundos y contextos diferentes, Kratos y Kushina desarrollan una profunda conexión y ev...