XV

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(Ellie's version)

Siento los brazos de Eryx alrededor de mi cuerpo. Su abrazo es muy reconfortante. Creo que eso ha sido lo que he necesitado todo este tiempo. Un abrazo suyo.

—¿Quieres pasar? —me pregunta Eryx sin separarse de mí.

Asiento contra su hombro. Ella lo nota y me dirige dentro de la casa. No me fijo mucho en el interior, simplemente agarro la mano de Eryx y dejo que me guíe.

Subimos a su habitación y me ofrece sentarme sobre su cama, lo hago, mientras que ella se sienta en una silla.

Observo como un gatito sale de una pequeña cama hecha con una sudadera. Ahogo un gritito de ternura y desvío mi mirada a Eryx.

—¿Es tuyo?

Asiente y carga al pequeño felino, dejándolo sobre mi regazo. El gato no se mueve, en cambio se acomoda. Acaricio su suave pelaje blanco, él empieza a ronronear.

Subo mi vista a Eryx. Ella ya me estaba mirando. Recuerdo la razón por la que había ido allí. Eryx quería hablar conmigo.

—¿Qué es lo que querías hablar?

Eryx desvia su mirada. Noto un halo de duda en su rostro.

—Yo... Bueno... —empieza— Quería hablar sobre aquel "beso", por llamarlo de alguna manera, del baño.

Se me eriza la piel. El beso. Sabía que le iba a molestar, pero no esperaba que sacara el tema justo ahora. Habían pasado como dos semanas desde eso.

—Lo siento si te molesto... No era mi inten...

Me sale la voz temblorosa y agacho la cabeza. Eryx me corta antes de que pueda seguir hablando.

—No no. Al contrario. En realidad, me gustó.

La vuelvo a mirar, soprendida. Eso si que no me lo esperaba.

Eryx se levanta de la silla y se sienta a mi lado en la cama. Esta vez si que no puedo controlarme. Ignoro al gatito que sigue sobre mi regazo y rodeo el cuello de Eryx, fundiendo nuestros labios en un beso suave.

2 horas antes.

No me acuerdo de nada. Lo último que recuerdo es estar en la fiesta del viernes, en el patio bebiendo con Hazel. Después me encontré a Axel y todo lo demás empieza a estar borroso.

Cuando abro los ojos veo todo blanco. Empiezo a enfocar la vista y vislumbro una habitación de hospital. Tengo varios tubos conectados en los brazos.

Miro hacía la mesilla y veo una nota junto a mi teléfono. La agarro con el brazo al que no tengo conectados quinientos mil pequeños tubitos.

Empiezo a leerla y reconozco que es de Eryx. Me da un vuelco al corazón. Eso significa que ha estado aquí. De repente siento algo extraño en los labios.

Ignoro la sensación y sigo leyendo la nota.

"Ellie, hola, soy Eryx. No sé si te acuerdas de mí, supongo que si. Cuando leas esto ya estarás recuperada (espero que sea pronto, todos te echamos de menos), simplemente quería pedirte si podíamos hablar. Sin presiones eh, cuando tu puedas. Supongo que tendrás que ponerte al día cuando vuelvas a clase. Si necesitas ayuda, puedes pedirme lo que necesites.

Besos, Eryx."

Justo cuando estoy terminando de leer la nota una señora mayor vestida con una bata blanca entra a la habitación.

—Ya estás despierta querida. Muy bien. Tu amiga se pondrá muy contenta.

¿Amiga? Quiza fuera Jenna.

—¿Que amiga? -pregunto con curiosidad.

—Una chica alta, tiene el pelo negro y los ojos azules.

No me hace falta que siga describiendola, ya se a que amiga se refiere. Una muy especial diría yo.

—Déjame hacerte algunas pruebas y en seguida podremos darte el alta.

Darme el alta. Sonaba muy bien. Además, ciertamente ya sabía donde iría en cuanto saliera del hospital.

—Vale.

La mujer se acerca a la cama y me toma la tensión junto con un montón más de pruebas que no tengo ni idea de que son.

Cuando por fin termina me mira y puedo ver una sonrisa dulce y cariñosa en su rostro.

—Todo está en orden. Preparo lo papeles para darte el alta y puedes irte. —antes de salir de la habitación me mira de nuevo— Intenta no beber tanto la próxima vez.

Me sonrojo levemente. Ella lo nota y se ríe de forma suave.

Cuando vuelve a entrar viene acompañada de mis padres. Mi madre se acerca a mi y me abraza mientras que mi padre me dedica una mirada reprobatoria.

Se que ambos están decepcionados por lo que hice, en parte yo también. No debí hacerlo y menos por la razón por la que lo hice. Eryx.

En cuanto mi madre se separa de mi, me levanto de la cama y entro al baño a cambiarme. Minutos más tarde ya estoy en la entrada del hospital.

—Tu y yo tenemos que hablar señorita. —mi padre me mira, señalando el coche.

—Papá, te prometo que hablaremos todo lo que quieras sobre esto pero antes también tengo que hablar con alguien más. Por favor, dejadme ir.

Mi madre me mira y luego asiente, mirando a mi padre que se lo piensa durante un momento que me parece eterno.

—Esta bien. Luego nos vemos en casa.

Le doy un abrazo y hecho a correr hacía la casa de Eryx. Estoy ansiosa por verla y darle un abrazo.

Llego a su casa, jadeando por la carrera y llamo al timbre. Espero a que habrá alguien, que para mi suerte, es Eryx.

Le doy un pequeño repaso. Lleva un pijama blanco corto y el pelo recogido en un moño. Es que hasta en pijama va increíble.

De vuelta a la actualidad.

El gato blanco salta de mi regazo mientras Eryx se acerca más a mi, profundizando el beso que yo he empezado.

Enredo una de mis manos en su pelo, aferrándome más a ella. Sus manos recorren todo mi cuerpo y mis ojos vuelan al dobladillo de su camiseta que se ha subido por el movimiento sus brazos y a mi me deja unas vistas preciosas de parte de su vientre.

Eryx se da cuenta de donde tengo los ojos clavados y esboza una ligera sonrisa contra mis labios. No puedo evitar sonreír yo también.

Muevo mi mano hacía la zona que segundos antes había estado mirando y me cuelo dentro de su camiseta, acariciando su espalda y notando como Eryx se estremece bajo mi contacto. Ella a su vez desliza los labios por mi mandíbula hasta mi cuello. Dejando varios besos en la zona.

Deja una pequeña marca escarlata cerca de mi clavícula y me mira. Yo simplemente escondo la cara en su cuello mientras mis manos recorren toda su espalda, aprendiendosela de memoria.

Queen Of My Heart /lovertationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora