11-Haciendo méritos

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11-haciendo méritos.

[Nanami Kento debe hacer méritos para ganarse de nuevo la confianza de Satoru Gojo].


Esa mañana Nanami Kento se levantó temprano, con todas sus fuerzas decidió comenzar a hacer méritos. Y qué forma más sincera que pedir por delivery un almuerzo aparentemente casero, la comida nunca es rechazada, ¿verdad?

Satoru Gojo se hallaba subido a una barandilla mientras Suguru Geto le hablaba desde abajo, parecían están divirtiendose hasta que Suguru notó su presencia y llamó a Satoru.

—Mira quien viene arrastrandose como un gusano —se rió Suguru con malicia.

«Sí, él tiene algo contra mí», no sabe exactamente qué pero mientras no lo golpee está bien. Tampoco es que le importe la impresión que deje en alumnos de Jujutsu Tech al cual luego de cumplir su misión no volverá a ver, así que lo ignoró ganándose un gesto de enojo por parte de Geto quien apretó su puño con fuerza.

—¿Me estás amenazando a caso? —Se le salió la pregunta.

Suguru se sorprendió al notar esa confianza.

—Tal vez —respondió con una ligera sonrisa para nada amistosa —. ¿Qué harás si sí? ¿Ah? ¿Acaso alguien como tú podría contra alguien como yo? Estás volando demasiado alto, pajarito.

Nanami le volteó la cara ignorandolo otra vez sin importarle que expresión ponía Suguru, se dirigió directo al muchacho quien estaba sentado en la barandilla estático.

—Te traje esto —Extendió una caja de almuerzo ofreciéndola y suavizando su tono —. Es para ti.

Satoru la tomó de inmediato sin darse cuenta, su rostro parecía un poco rojo en sus mejillas, aunque luego recobró la compostura.

—Gracias —dijo bajo —. ¿Pero...? ¿Qué significa esto? —preguntó confuso.

Ver a Satoru perdido es algo nuevo, Nanami creyó divisar a un pequeño niño al cual un extraño le ofrece caramelos y no sabe que hacer, en realidad odia admitirlo pero Satoru es un niño en ciertos sentidos y eso le causa un atisbo de pena y ternura.

—Meritos —respondió Nanami cansado, odia esa palabra.

Satoru abrió su boca pero no salió palabra, solo un sonido desconcertado, Suguru quien se paró con los brazos cruzados le dio un bufido a Nanami.

«¿Satoru le contó lo que sucedió entre nosotros?», se preguntó Nanami, eso sería lo más lógico y el por qué del gran odio de Suguru.

—Tú... tú... —comenzó Satoru tragando nervioso, jugueteó con la caja en sus manos muy tímido —. Después de lo que te dije, ¿quieres ganarme? —soltó con emoción para caer con agilidad enfrente suyo.

La imagen del muchacho tan guapo e imbécil sujetando con fuerza la caja en su pecho y su voz llena de espectativa le causó una presión en el corazón a Nanami, ¿es porque Satoru es muy guapo?, ¿se está volviendo gay? Quizás es solo pena por estar usándolo, son solo sujetos de una misión a fin de cuentas.

—Sí —respondió Nanami.

Suguru estalló en carcajadas a su espalda negando con la cabeza, miró a Nanami con suma burla aunque su risa cesó de repente al ver como su amigo tomaba las manos del rubio entre las suyas.

—¿No me digas que le crees? —dijo Suguru pero ni Gojo ni Nanami le estaban prestando atención.

—¿En serio? ¿Lucharas por mí? —preguntó juguetonamente Satoru.

Nanami asintió mientras veía como sus manos eran retenidas por las fuertes y grandes manos de Satoru, lo sujetó firme como si estuviera ansioso.

—Te juro que haré los méritos necesarios para que me aceptes de nuevo y siento mucho haberte tratado como te traté —Nanami se acercó aún así, es más bajo que Satoru así que habló muy cerca de su cuello expuesto —. Soy yo quien debe ganarte, porque eres Satoru Gojo el hechicero más fuerte, soy yo quien no te merezco.

Misión: Procrear con el hechicero más fuerte del mundo (Gonana-NanamixSatoru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora