—Taehyung, hay algo que debo decirte—comenzó su padre, la mirada fija en los ojos de su hijo. Su voz, normalmente llena de autoridad y amabilidad, llevaba un tono de urgencia que Taehyung nunca había escuchado.
Taehyung se enderezó, su postura reflejaba la seriedad del momento.
—¿Qué sucede, padre? —preguntó preocupado.
—Es sobre la manada del Oeste—dijo finalmente—. Han estado moviéndose de una manera extraña, y nuestra seguridad ha informado de actividades que no podemos ignorar. Necesito que estés alerta, Taehyung. Puede que necesitemos actuar cuanto antes.
Taehyung asintió, sus pensamientos ya en modo alfa, ingeniando planes, estrategias y posibles respuestas. La protección de la manada dependía de él y cualquier amenaza a su seguridad requería acción decisiva.
—Entiendo, padre. Haré todo lo posible para proteger a nuestra gente—respondió con determinación.
El señor Kim estaba satisfecho con las palabras de su hijo, había criado a un buen alfa. Taehyung no solo era su hijo: era un alfa en quien confiaba abiertamente, un líder que algún día tomaría el mando de la manada.
Pero no todo estaba bien, no todo parecía tranquilo y eso Taehyung lo sabía.
—¿Hay algo más que te preocupa, padre? —inquirió nervioso.
La repentina preocupación del señor Kim era un acto de amor y responsabilidad como el líder de su manada. La inocencia y amabilidad de Jimin, algo que amaba sobre él, también lo hacían vulnerable en un mundo donde no todos tenían intenciones puras.
—Hijo, tienes que entender que la naturaleza de Jimin, aunque es una de sus mayores virtudes, también puede ser su debilidad—explicó, su voz cargada de una gravedad que casi nunca usaba—. Y más ahora, que la manada que acabo de mencionar lo está buscando.
La expresión seria de Taehyung cambió a una de sorpresa ante la noticia de que la manada del Oeste reclamaba a Jimin. Había pensado que esa parte del pasado ya estaba cerrada, que él ahora era miembro de su manada.
—¿A qué te refieres con que lo buscan, por qué ahora, por qué después de tanto tiempo? —las preguntas de Taehyung invadieron al señor Kim.
—Eso no lo sabemos, hijo—respondió su padre—. Pero debemos estar preparados ante cualquier situación que se presente. Jimin es parte de nuestra manada, y lo vamos a proteger como se debe.
—Haré lo que sea por proteger a Jimin, no voy a permitir que nadie vuelva a lastimarlo, ya sufrió lo suficiente—aclaró molesto—. Nadie podrá aprovecharse de Jimin, ni su antigua manada ni nadie.
El señor Kim tranquilizó a su hijo, sabía cuánto significaba Jimin para él, y aunque Taehyung fuese un alfa capaz y protector, también era su hijo, y como tal merecía la misma protección.
—De eso no hay duda, Taehyung, sé que lo harás. Pero no olvides que tú también eres importante para esta manada, y porque eres mi hijo—murmuró con orgullo—. Me aseguraré de que varios lobos vigilen la ciudad y me hagan saber de cualquier movimiento extraño. No solo por Jimin, sino por todos nosotros.
Taehyung comprendía la lógica detrás de las palabras de su padre. La protección era una calle de doble sentido, y la fuerza de la manada residía en su unidad.
—Gracias, padre—finalizó.
Sabía que, con el apoyo de la manada y la ayuda de su padre, podrían enfrentar cualquier situación que se presente, y proteger a Jimin.
Al salir de la oficina de su padre, Taehyung soltó todo el aire que había acumulado al recibir tales noticias. Miró a un lado y se sorprendió al encontrar a Jimin sentado un poco lejos de la puerta, pensó que ya se había ido. Taehyung se dio cuenta de que Jimin se veía triste y no pudo evitar sonreír pensando que su tristeza se debía a que los dulces se habían terminado.
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Floristeria De Tatuajes [KM]
WerewolfJungkook, un alfa y líder de la manada mas influyente, se ve obligado a cuidar la floristería de su tío omega, un lugar que desafía su imagen ruda. Frente a él, Jimin, un omega que dirige una tienda de tatuajes, sueña con la floristería. A pesar de...