Remanentes Kyoshi [5/6]

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"Fuuuh..."

Mis pulmones se llenaban de aire, saliendo pocos segundos después con calma. Mi katana la desenfunde con paciencia y tranquilidad, para después ajustarla en una posición que daba la impresión de una L en mi costado, tras esto, no dude en dar un corte fuerte y rápido, preciso y limpio, cortando todo lo que estuviera en frente, siendo estos, 4 bambús puestos ordenadamente que cayeron dejando únicamente la mitad para arriba. Cuando termino de caer el último bambú, enfunde la katana con paciencia y delicadeza.

Un espada como está, katana, es sumamente delicada, pero a su vez también era muy filosa y precisa en cada corte que se realiza. No era un arma para todos, pero cuando se consigue dominar, era tan poderosa como una espada europea.

"Un corte limpio y preciso, no esperaba menos de mi aprendiz"

Cuando escuché aquellas palabras, volteo inmediatamente antes de hacer una reverencia, "Maestra Ram Ann, disculpe el ruido que hice, no quería interrumpir su descanso tan temprano"

"Déjalo, yo decido cuando es bueno o no para mí. Y yo, decidí mirar... Es agradable ver tu enorme progreso en tan poco tiempo. Es casi tan efímero" Sonrió con cierta rudeza en su mirada, la misma rudeza que ví aquella vez cuando entre por primera vez en el templo. "Esa katana que sostienes en tus manos, fue moldeada por uno de los últimos herreros en un forja. Hoy en día, quieren replicar la belleza de las armas usando el fuego control de manera equivoca" Se quejo brevemente antes de mirar brevemente el corte de bambú. Cuando desvío la mirada, dio unos cuantos pasos hacia el amanecer resplandeciente en el horizonte

"Dime, ¿Sabes la razón del porque Ty Lee, Suki y yo, éramos tan letales en la época de la tiranía del reino fuego, a pesar de no ser maestros control?" Pregunto con brevedad

Una pregunta interesante... Hasta donde soy capaz de recordar, Ty Lee era capaz de vencer ejércitos de maestros control y no maestros en un parpadeo, Suki por otra parte era extremadamente ágil y veloz, sus tácticas de combate Kyoshi la hacían una oponente a la altura de la elite de maestros, sin siquiera ser uno, mientras que Ram Ann, fue una poderosa duelista que hacía retroceder ejércitos enteros de maestros fuego en cuestión de tiempo, hasta donde he investigado, incluso cuando el fuego la tocaba, apenas recibía daño, muchos pensaban que su armadura tenía propiedades únicas que eran capaces de resistir llamas, pero hoy en día se perfectamente que era gracias a la regeneración de aquella planta. Pero eso no era todo, tenía ciertos conocimientos en acupuntura y su estilo de lucha era mucho más agresivo que el característico estilo defensivo que normalmente era en las guerreras Kyoshi, realizaba movimientos inhumanos que muchas personas consideraban hasta imposibles para un ser humano por el enorme daño que te harías en tan siquiera tratar de realizarla, incluso hay un relato donde se narra que llegó a dislocar sus articulaciones para poder esquivar ataques de un poderoso general del reino tierra.

Aunque estaba encaminada a un estilo completamente único y voraz, no fue hasta que Ty Lee se unió a las guerreras Kyoshi cuando su estilo de lucha alcanzó el mayor punto de perfección, se dice que hubo un duelo entre Ram Ann contra Suki por la disputa de abandonar la isla y ayudar a otras comunidades en el imperio tierra, la batalla era tal que tuvo que intervenir Ty Lee, pero a pesar de ser una desventaja numérica, jamás se supo el resultado de aquel combate, pero lo que si se sabía era que duro horas aquel enfrentamiento.

Todas ellas, son guerreras inigualables a pesar de no poseer ningún elemento, ni siquiera maestros del control podían luchar contra ellas.

"Talento. Las tres eran las máximas exponentes en su campo, al punto de ser imbatibles para no maestros y maestros" respondí con sinceridad.

Su mirada solo se mantuvo en mi por unos segundos, pero era una mirada de insatisfacción... ¿Me equivoqué?, estoy seguro que esa era la razón principal... Entonces, ¿Por qué?

El Dilema del sistema y el poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora