Cap 8 - Castigo

109 13 22
                                    

La hora de la cena llegaba y la madre superiora había decidido que todas las chicas prepararían la cena del día, como parte de su castigo por los resultados tan miserables de los exámenes. Y aunque intentaron protestar, diciendo que no podían cocinar ni para salvar sus vidas; les dijeron que así lo pensarían más antes de volver a reprobar sus exámenes.

Estaban desanimadas, pues además de afrontar sus castigos, deberían lidiar con sus padres más tarde.

Fueron llevadas a la cocina de lo que a muchas les gustaba llamar "monasterio", un amplio espacio con una gran mesa de trabajo, estanterías llenas de ingredientes y una estufa antigua, tan antigua como Jesucristo quizá, pero al menos era funcional. Las monjas les asignaron tareas específicas a cada una. Algunas cortaban verduras, otras amasaban pan, mientras que unas pocas se encargaban
de lavar y preparar los ingredientes.

Las chicas se adentraron a la cocina y comenzaron a colocarse sus respectivos delantales, algunas se recogían el cabello para tener mayor comodidad. Hicieron un par de filas para pasar a lavarse las manos y se dirigían con el resto de las monjas, quiénes les asignaban su lugar y a su pareja, y en ocasiones, trío de trabajo.

—¿Tú comida es tan de cagada como tu acento, Fiora? — Ahri se burlaba de ella. La pelinegra tenía el cabello completamente suelto, cayendo sobre su espalda. Usaba uno de sus característicos vestidos rojos y de vez en cuando le daba miradas curiosas a su novia, quien trabajaba con Sarah Fortune. Y aunque las dos no eran particularmente amigas, no podía evitar sentir un poco de celos.

—Maldita zorra, ¿acaso sabes cocinar algo más allá de agua hervida? — Fiora se defendía. Nunca habían mantenido una buena relación, especialmente desde que en una clase de gimnasia, Ahri le había reventado un balón en la boca, provocando que casi se tragara uno de sus dientes, además de haberse quedado chimuela.

Y aunque Ahri se habría disculpado un millón de veces, el recuerdo de la sangre recorriendo su mandíbula y cuello, el dolor insoportable que invadía su boca y las burlas que recibiría los siguientes días en la academia, le eran más que suficiente razón para tenerle cierto desagrado reservado; mismo que rápidamente se volvió mutuo, pues Ahri no le seguiría rogando por su perdón.

—¿Cómo te atreves? ¡Con esa cara de retrasada mal cogida me la pensaría diez veces antes de decirle zorra a alguien más! — Ahri le respondía, también a los gritos. Cada una parada, cortando verduras y revolviendo huevos en cada extremo de la mesa, deseando encararse sin mucho éxito.

—¡Niñas! ¡Lenguaje! Fiora, cinco ave marías para ti.— La madre superiora acababa de abandonar la cocina, pero regresó de inmediato en cuánto escuchó su pelea. —No quiero volverlas escuchar usando ese tipo de barbaridades tan vulgares en mi escuela, especialmente en la cocina. ¡Que Dios nos ampare! — las sentenciaba con la mirada.

En otra esquina, estaba Sarah Fortune, quién había sido puesta a cortar todas las cebollas habidas y por haber en ese lugar, pues había obtenido un cero en su examen y Leona había tenido que convencer a las monjas de que no tuviera un -5 en la boleta, pues cuando le preguntaron quién había traicionado al hijo de Dios, ella respondió que Lady Gaga, con completa seriedad.

Y las cosas no habrían mejorado cuando le preguntaron por María Magdalena y ella comenzó a relatar como originalmente era lesbiana, pero la tuvieron que nerfear y decir que era una puta. Después, comenzó a describir el arca de Noé, y la mención de personajes furros casi la manda a una audiencia con el consejo, para ser retenida en un campo psiquiátrico.

—Sarah, ¿estás llorando? — Kai'Sa le preguntaba, genuinamente preocupada. No era normal ver a la pelirroja llorar, mucho menos en público, pues siempre estaba riéndose de todo, a pesar de las consecuencias.

Liga de las Lesbianas  - KataLux, Diana x Leona, Akalynn etcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora