|| ¡Son nuestros padres! || 👭 [Segunda Temporada de ESPUN 🍼]

Capítulo 39

-¿Quieres un café?- Amalia asintió hacia Alek sin levantar la cabeza del hombro de su abuela- Iré a traerlo

Nieves y Akira se habían ido hace una hora porque habían dejado a Nikki mucho tiempo a cargo de la vecina amiga de las dos, le habían rogado a su madre que las acompañara, pero esta se había negado, quería ver a su esposo ni bien despertara. Alek había decidido quedarse para cuidarlas, al igual que Samuel, el cual dormía encima de las sillas de la sala de espera con Gyda descansando en sus piernas tapada con su gabardina

La castaña había entrado otra vez al hospital con los ojos rojos y rastros de lágrimas en sus mejillas. No le había dirigido la palabra a su padre, simplemente se había sentado al lado de Sam, acurrucándose en sus brazos.

-Señor Doblas- Rubén detuvo su caminar por la sala para ver al doctor- Ya está despierto

-¿Podemos pasar todos?

-Sí, pero tendrán que salir rápido, el paciente debe descansar, solo un podrá quedarse para cuidarlo en la noche

-Yo me quedo- su abuela dio un paso al frente, pero Rubius se negó

-Me quedare yo, tú iras a casa de Nieves y vas a descansar

-Pero...

-Nada de peros mamá, hazlo por tus nietos al menos, necesitan verte bien

-Si abuela, por favor- Amalia tomo su mano dándole una leve sonrisa

-Está bien- suspiro cansada

-Vengan por acá, los llevare a la habitación

Siguieron al doctor hacia donde les indicaban. Rubén trato de acercarse a Gyda, pero esta se apartó, poniéndose al lado de su abuela y hermana.

-Dale un poco de tiempo, la noticia fue como un balde de agua fría para ella

-Es que, si fuera por mí, la decisión sería otra Samuel- desordeno su cabello con gesto frustrado- Yo tampoco quiero que papá salga de este hospital sin hacerse la operación, pero no hay forma de hacerlo cambiar de opinión y no poder ir contra sus deseos.

-Lo sé, pero entiendo también a Gyda, su abuelo es su vida, la acompaño desde que era pequeña, la idea de perderlo la destruye

-No me gusta verla así

-Ni a mí tampoco, pero hay que darle tiempo- Sam acerco su mano a su mejilla del chico- ¿Y tú? ¿Cómo estás?

-No lo sé, ni siquiera me he parado a pensar, tengo demasiadas cosas en la cabeza

-Rubén Doblas, el chico que pone por encima el bienestar de los demás antes que el suyo- soltó una leve risita

-Sabes como soy- acomodo su cara contra la cara de Samuel, cerrando los ojos- Me alegra tanto tenerte aquí

-También es mi familia y sabes el cariño que le tengo a tu padre

-Y ellos también te adoran- le sonrió antes de dejar un beso en la palma de su mano- Gracias por quedarte

-Desde que nacieron las niñas nos volvimos un equipo ¿recuerdas? Para cualquier cosa uno estará al lado del otro

-Siempre

Los dos sonrieron antes de caminar hacia la habitación del padre de Rubius. Cuando entraron notaron como Bera besaba el rostro de su marido con lágrimas en los ojos y como sus nietos veían la escena con una sonrisa enternecida.

-No vuelvas a darme un susto así- enterró la cabeza en su pecho con cuidado- Casi me muero cuando te vi ahí tirado

-Estoy bien mujer, no hagas drama