Susurros del abismo

Tristeza

Lo llamo tristeza,
Pues eso me trajo tu ausencia,
Pero esa misera palabra,
No embarga todo
Lo que tu recuerdo me causa.

Una palabra tan frívola no es capaz de hacerle justicia a esto.

Siento el nudo en mi garganta,
Los recuerdos me embargan,
Me llenan los ojos de lágrimas.

No importa cuántos años pasen,
Recuerdo ese día con lujo de detalles,
Y no solo eso.

Puedo también hablarte de los días, las semanas,
Incluso de los meses que le siguieron.

Puedo hablarte de mis sentimientos,
De cómo estos desaparecieron
Y dieron paso al enorme vacío que hoy siento.

Tal vez por eso puedo empatizar tanto con ella,
Porque me vi reflejada en su mirada 
Perdida y desconsolada,
Porque comparto su dolor,
Comparto la agonía que significa el adiós.

Fue así que, envuelta en la seguridad que me brindó su abrazo,
Me permití sentir aquel profundo dolor.

Recordé cada lágrima, cada grito,
Cada lamento,
Que en un vano intento por liberar el peso que se cernía sobre mí,
Le proferí al cielo, que lloró junto a mí.