𝘐𝘐𝘐. 𝘛𝘢𝘵𝘰𝘰𝘪𝘯𝘦

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Evangeline estaba mirando en su balcón, la oscuridad de la noche era hermosa desde Alderaan. Sus pensamientos se interrumpieron por KC, que la buscaba.

— ¿Puedo hacer algo por ti, mi princesa Evangeline? — preguntó él robot.

— Gracias, KC, pero estoy bien por ahora — le respondió amablemente.

— Debo insistir, quizá deberías dormir, mañana tienen un viaje a Tatooine — KC incluso quiso llevarla a la cama.

— No puedo dormir tranquila sabiendo que Anakin está sufriendo, KC.

— Bueno, no estoy capacitado para entender las emociones humanas, pero si me permites darte un consejo; acompañarlo podría consolarlo — sus palabras hicieron pensar a Evangeline solo por un segundo — ¿Gustas que acompañe al joven Ani?

Evangeline se rió dulcemente — Creo que yo le haré compañía, gracias KC.

El robot asintió y salió de la habitación de Evangeline. Ella también dejó su habitación y se recargó en el marco de la habitación en donde se estaba quedando Anakin.

Se movía mucho, estaba empapado en sudor e incluso respiraba con fuerza. Todo eso preocupó más a Evangeline, que por fin se atrevió a entrar junto al muchacho. Anakin no tardó mucho en despertar, estaba completamente agitado.

— Ani, lo siento, no quería despertarte.

— Evie, ¿por qué estás despierta tan tarde? — preguntó poniéndose limpiando su frente — Te sentí cuando entraste.

— Me preguntaba si, ¿quieres compañía? — habló Evangeline de forma segura, aunque estaba nerviosa de decirlo.

Anakin respiró más tranquilo y asintió.

— Tu compañía siempre me hace bien  — Anakin se hizo a un lado en la cama y esperó a que Evangeline se le uniera.

Ella recostó a un lado de Anakin y lo miró.

— ¿Quieres volver a dormir? — Anakin negó — ¿Quieres hablar? — volvió a negar, Evangeline ya no supo que más decirle.

— Quiero que te quedes conmigo — dijo más tranquilo mientras tomaba la mano de la chica.

Con más calma, cayeron dormidos.

A la mañana siguiente, habían llegado a Tatooine en busca de la madre de Anakin

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A la mañana siguiente, habían llegado a Tatooine en busca de la madre de Anakin. Evangeline se había puesto una capucha por seguridad, pero su ropa seguía siendo muy vistosa, un vestido verde aqua.

Bajaron de la nave con cuidado y se dirigieron con un viejo conocido de Anakin, caminando tomados de la mano.

Evangeline estaba atenta a la conversación hasta que alguien tocó su vestido. Eran unos niños.

— Hola... — saludó Evangeline, soltandose de Anakin y poniéndose a la altura de los niños.

— ¿Eres una princesa? — preguntó uno de ellos, Evangeline se limitó a sonreirles y a jugar con ellos mientras Anakin terminaba.

La gente no lo vió bien, pues un hombre llegó a interrumpir la felicidad de los niños y de la misma Evangeline.

— Aléjate de ellos, no tienen permitido jugar — y el hombre empujó a la chica.

Como un reflejo, ella tomó su sable de luz pero sin sacarlo.

— No la toques — en cambio, Anakin si sacó y encendió el suyo, asustando al hombre e incluso a los niños.

— Ani...

La gente retrocedió y Anakin guardó su sable, volviendo a tomar la mano de Evangeline.

— Vamonos, la gente aquí no suele ser muy amable — dijo Anakin, que estaba algo enojado por volver a ese lugar que le traía malos recuerdos.

— ¿Ya sabes donde está tu madre?

— Creo que solo veré si esta bien, no creo que quiera irse de este planeta.

Ambos volvieron a la nave, dirigida por Anakin hasta llegar a una granja, casi alejada de toda civilización. El robot que acompañaba a Anakin a varias misiones, R2 y KC querían ir con sus dueños, pues se bajaron de la nave tras de ellos.

— No, esperen en la nave — les dijo Evangeline y ambos volvieron sin objeciones.

Las manos de Anakin sudaban más a cada paso que daban, Evangeline lo sentía.

— Oh, bienvenidos, ¿en que puedo servirles? Mi nombre es C...

— ¿3PO? — completo Anakin.

— Ah mi creador, amo Ani — después de un tiempo, Anakin había sonreído de nuevo —. Sabía que regresaría y ¿cuál es su nombre, señorita?

— Un gusto, soy Evangeline, 3PO — Evangeline también le sonrío.

— ¿Qué los trae por aquí?

— Vengo a ver a mi madre — comentó Anakin con seriedad y el robot se quedó callado un segundo pensando en que responderle.

— Creo que debemos entrar, hay mucho de que hablar, siganme — dijo comenzando a caminar.

Anakin y Evangeline se miraron confundidos, pero siguieron a 3PO hasta el interior, en donde una pareja se encontraba viviendo tranquilamente.

— Amo Owen, permitame presentarle a dos importantes invitados — habló 3PO.

— Soy Anakin Skywalker y ella es Evangeline — se presentó Anakin, mientras la pareja se acercaba.

— Me llamo Owen Lars y ella es mi novia Beru — dijo el hombre limpiando sus manos —. Supongo que soy tu hermanastro, algo me decía que este día llegaría.

— ¿Dónde está mi madre? — preguntó Anakin seriamente.

— Ella no está aquí. Soy Cliegg Lars, Shmi es mi esposa — Anakin no supo que decir —. Entremos.

Todos entraron y tomaron asiento, excepto Beru, que preparaba algo para tomar. Evangeline se sentó junto a Anakin, escuchando la historia del señor Lars. Su madre había sido secuestrada.

...

— No quiero perder la esperanza, pero ya pasó un mes y dudo que este con vida — por un momento, lo único que se oye es el suspiro de Anakin.

Él se levanta y está a punto de salir.

— ¿A donde vas?

— A buscar a mi madre.

— Tú madre está muerta, acéptalo.

Al ver que Anakin se iba, Evangeline se disculpó con la familia y fue tras él. Aunque estuvo alejada de él mientras se calmaba por la noticia.

Admirando la belleza de Tatooine, ella vió el atardecer, esperando a que todo saliera bien.

— Evie, iré igualmente a buscarla — ella se giró cuando Anakin se acercó.

— Voy contigo, Ani.

— No, te quedarás aquí. Ellos son buenas personas, cuidarán de tí — sin más que hacer, Evangeline asintió y abrazó a Anakin.

— Ten cuidado.

𝗜 𝗖𝗔𝗡 𝗙𝗜𝗫 𝗛𝗜𝗠 𝘈𝘯𝘢𝘬𝘪𝘯 𝘚𝘬𝘺𝘸𝘢𝘭𝘬𝘦𝘳 𝘈𝘶 𝘚𝘵𝘢𝘳 𝘞𝘢𝘳𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora