𝟎𝟏.- 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞

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En realidad era una mañana pacífica, no siempre había mucho que hacer, y una princesita leía tranquila debajo de un árbol con montones de almohadas para sentirse cómoda.

La única hija de Rhaenyra Targaryen pudo leer libros que la septa le permitió en sus horas restantes de el día que se encontraban libres.

Aún que, pronto llegarían cuatro niños, tres con el cabello plateado, y uno con el cabello castaño. Revoloteándose y recordando anécdotas.

— Daella — llamó la niña plateada de su misma edad, provocando que la recién nombrada la mirase y dibujase una sonrisa de labios cerrados en su rostro.

Serenamente cerró el libro, esperando alguna indicación, pero la plateada se acercó a la castaña con una araña en manos. Y se la entrego.

— ¡La encontramos en el jardín!, y no tiene veneno, es un obsequio de Aegon para ti, pero ya sabes. El no tiene interés por sostener arañas— a la vez se quejó.

— ¡Vamos Helaena!, ¿por que le dices todo?, no puede responderte, además de muda es sorda. Que tontería— fue golpeado en el hombro por el niño Aemond, solo dos años menor que el.

Aegon se quejó ante el mal trato, mirándolo con desagrado, pero sin una expresión de desagrado.

El niño castaño pronto se acercó hacia su hermana y golpeó el hombro de Aegon, causándole el doble de dolor en su 'delicada y perfecta piel'

— No le hagas caso, ya sabes. Algunos hombres son tontos— rio, dándole ánimos.

Jace dejó caer su cabeza en el hombro de su hermana, el era dos años menor, de la misma edad a Aemond, para ser exactos.

Aegon pronto se marchó, sin ánimos de hacer nada, probablemente querría volver a mangonear una criada, o dormir plácidamente en sus aposentos.

La niña no dijo nada, pero sabía que ese sería un mal día.

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La cena transcurrió entre pláticas, en las cuales la princesa no pudo participar.

Daella, tan bella como una rosa era incapaz de hacer lo que otros si, incluso el hombre más pobre podría hablar; y ella, jamás podría.

La única menuda palabra que pudo decir antes de perder la voz completamente y de forma misteriosa había sido en llamada a su madre, una noche tormentosa, donde parecía haber llovido de más, y creían que solo cuando sentía el verdadero miedo, podría decir algo.

𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄• ᵃᵉᵍᵒⁿ ᵗᵃʳᵍᵃʳʸᵉⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora