𝟏𝟎-𝐚 𝐛𝐚𝐬𝐭𝐚𝐫𝐝 𝐚𝐧𝐝 𝐭𝐡𝐞. . . 𝐠𝐢𝐫𝐥

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— ¿y qué tengo que hacer?, ¿convivir con la moza y hacer que no la odio tanto como su madre?, irónico que Viserys quiera casar a mi primogénito con su— trato de formular alguna palabra correcta, — poco precoz hija— murmuro más bajo, entrecerrando los ojos.

Alicent camino a la par de Ser. Criston Cole, quien la escuchaba con oídos atentos, embelesado por la aún joven reina, o bueno, quizá más joven que el rey.

— La princesa Daella será igual que la princesa Rhaenyra, ahora que ha vivido bajo la tutela de el príncipe Daemon, ¿que podría esperarse de ella?— cuestionó el Ser, ambos caminaban.

— Los bastardos son criaturas salvajes por naturaleza, no deberían de mezclarse con nosotros— dice la de vestido verde, mirándolo con fastidio.

Criston no opino nada sobre eso, porque el creía que ella tenía la razón, esos mismos bastardos, hermanos de la princesita que consideraban un deleite, le habían arrebatado el ojo a él niño que el crió amablemente bajo su propia tutela tantísimos años, el mismo vio crecer a Aemond, su cariño por el era casi lo que un padre podría sentir por un hijo.

Pero el no era su hijo, y Aemond cada vez se veía más distante, ahora más apegado a los libros, los mapas y la geografía.

Continuaron caminando esta vez en silencio, el sonido de sus pisadas haciendo eco en los pasillos iluminados por antorchas pegadas a las paredes de piedra.

Las puertas de madera pesada se abrieron, dejando ver a un príncipe de cabello plateado llegando hasta sus hombros, con una copa en la mano y los pies sobre la mesita donde habían pertenencias de la reina, algunos libros y entre otros.

— Tú, Aegon, quería hablar contigo— la reina consorte se sento en otro sofá, y el Ser, permaneció de pie.

— Curioso verlos aquí— murmuro el recién nombrado, Alicent alzó una ceja, — juntos, a eso me refiero, madre— el mismo hizo sus propias especulaciones, dándole un sorbo a su copa y dejando pasar el líquido caliente en su garganta.

— Acércate a la bastarda, ya lo sabes. Te lo dije antes, endúlzale el oído y ponla en contra de su madre, cuando seas rey..podríamos hacernos cargo de ella, incluso como rehén — trato de convencer Alicent, sus palabras eran gélidas, su expresión estoica y sus propias ideas saliendo a la luz con cada palabra que escapaba de sus delgados y rosados labios.

— No — respondió Aegon, dejando la copa de lado y acomodándose correctamente en su asiento, miró a su progenitora con desafío, negándose a su petición e intento de persuadirle.

El ya sabía como era ella, pero, era su madre y le quería, aún cuando le maltrataba un poco..¿un poco?.

— ¿No?— cuestionó la pelirroja, su expresión se endureció más, sus palmas se cerraron, formando pequeños puños.

— Ella será mi reina— declaró, — la coronaré, cuando llegue el momento, y Rhaenyra hincara la rodilla, humillará la cerviz y la titulará reina, lo sé

— Príncipe, no creo que sea lo ade- — trato de decir Ser. Criston, tratando de interferir.

— Madre, dile a la servidumbre que no me hable— exigió el príncipe, — ya sabes, después las costumbres se pegan como pulgas a un perro— rio ligeramente.

Cole permaneció en silencio, haciéndose el que no escuchó nada, y Alicent, bueno, ella frunció el ceño, apretó los labios sin decirle absolutamente nada.

— Eres patético, Aegon, airado y testarudo— murmuro la reina, alzando las manos mientras dejaba caer su espalda en el respaldo de el sofá, para después suspirar.














Jacaerys carraspeó antes de tomar una espada, mientras Luke le miraba con irritación.

— Quizá la gente no me cuestionaría si, luciera un poco más como Ser. Laenor— un susurro que fue audible para el mayor de los hermanos.

— ¿Eso importa?, algún día serás señor de Marcaderiva— le contesto, no con ese toque de irritación que Luke había hecho antes, se veia sereno.

Tristemente; cualquier mirada que durará más de diez segundos causaba incomodidad en el tercer vástago de Rhaenyra. Luke preferiría cien veces enterrar sus manos en su rostro, porque sabía que clase de cosas pensaban la gente al mirarlos.

Afortunadamente, era un joven con aspecto agradable para las doncellas, y se sabía que pronto atraería la tensión. Aún si se cuestionaría su legitimidad, cosa que los últimos años había disminuido, el creía que era porque ya podían ver en el sus cualidades o atributos. (O probablemente las amenazas de Daemon con Caraxes a su costado y usando a dark sister intimidaban a los demás, no por nada era el hermano de el rey a el que todos temían más de lo que podían estimar) .

— Me mareo cuando subo a los barcos, claro que no..no llevo nada de sangre velaryon en mi— su voz fue entrecortada mientras hablaba, al igual que un murmullo casi inaudible, pero que no pasó por desapercibido para Jace, el cual le dio una mala mirada.

— ¡No lo pienses así!— Luke siseo, frunciendo el entrecejo.

— ¡Sobrinos!— saludo Aemond, acercándose en pasos largos, su sonrisa fue arrogante, su figura, imponente. No por menos, el era más alto.

— Tío Aemond— Jace respondió su saludo con otro, tratándolo con indiferencia, — Me dijeron que era un buen espadachín, uno diestro, escuche— fue formal en cuanto sus palabras y su tono.

— Escuchas bien, después de todo— el ojo bueno de Aemond viajo de Jace a Luke, quien parecía un cachorro perdido, eso hizo reír suavemente a Aemond, únicamente, jactándose de Lucerys.

— Me gustaría saber, o más bien escuche por igual, que han estado bajo la tutela de Daemon como maestre de armas— Jace asintió.

— Escuchas bien, después de todo, tío— respondió, Lucerys rio ligeramente.

— Hm — murmuró Aemond, — me gustaría saber que tan buenos son— parecía más una orden que una petición cortés.

— No creo que sea prudente..— Luke trató
— Claro que sí, adelante— las ansias de Jace ganaron.

Bueno, estaba bien. ¿Qué era lo peor que podría pasar?.
















holaaaa, bueno una disculpa por no haber actualizado en muchísimo tiempo , quiero decir, tuve muchísimas cosas estos últimos meses y me he sentido súper mal con bajones horribles, pero al menos lo intenté!. 🤍

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𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄• ᵃᵉᵍᵒⁿ ᵗᵃʳᵍᵃʳʸᵉⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora