Capítulo Único
Nos ubicamos en la oficina más alta del edificio que compone el ayuntamiento de Nueva Donk, exclusivamente de nuestra más amada alcaldesa: Pauline Daniella Verducci. Esta habitación de cuatro paredes es su segundo refugio en sus momentos más vulnerables, y hablando de momentos vulnerables precisamente se encontraba en uno. Pues a pesar de que sus fans la tachan como una 'diosa', perfecta en todos los sentidos, en realidad ella es humana... y, como cualquiera de nosotros, puede sufrir del síndrome del corazón roto.
"Permiso, alcaldesa..." Dijo una de sus secretarias al abrir la puerta de la oficina con un empujón ya que traía una taza de café caliente entre sus manos. Sus ojos reflejaron cierta sorpresa al verla en ese estado "aquí está su café, ¡bien cargado!"
"Pónmelo por ahí." Dijo sin importancia mientras veía la hoja encima del escritorio "Gracias."
La secretaria simplemente asintió, aun sorprendida al ver la oficina en un estado ciertamente deplorable: montón de papeles alrededor del escritorio y en el suelo, unas cuantas frituras por aquí y por allá, así como copas de vino vacías y a media copa por los alrededores. Y qué decir de Pauline, tal parece que no la había pasado muy bien porque lucía despeinada, y ni su maquillaje podía cubrir del todo sus ojeras causados por el insomnio acumulado en las últimas semanas.
La razón de sus desvelos se trataba precisamente de su festival de despedida. Como ella se ha destacado muy bien en el ámbito artístico, durante su estancia en la alcaldía en la capital del reino Urbano siempre hacía de sus característicos festivales y, como ahora ya estaba por concluir su tiempo como alcaldesa, tenía que coronar con un último festival. Y quería hacerlo precisamente con una canción inédita, además de "Jump Up, Super Star" y "Lead the Way, Break Free", sus dos mayores éxitos musicales.
El dilema a su deseo es que se encontraba en medio de un bloqueo creativo, provocado por cierta persona que, inconscientemente ha estado dominado lentamente su frágil y pobre corazón. Y, para echarle más 'sal a la herida', tenía una foto de dicha persona a lado de su escritorio, causante de su desastre sentimental.
Tomó aquel pequeño cuadro, mirándolo detenidamente "¿Por qué aun no te puedo superar?" Suspiró, derramando unas cuantas lágrimas "¿Por qué te vas a casar?"
Aquel momento de dolor fue el indicio de crear una estrofa, una primera estrofa. Mientras escribía a puño y letra, no evitaba sollozar y dejar caer unas lágrimas hacia el pedazo de papel, empapándolo poco a poco.
¿Pero cómo era posible que una mujer extremadamente atractiva, sin enemigos, con múltiples pretendientes de muy alto nivel, y sinfín de oportunidades laborales tanto artística como políticamente hablando pudiera sentirse vulnerable por esa persona 'misteriosa'?
"Oye, ¿soy yo o Pauline ha tratado de evadirnos?" Daisy, la gran conocida princesa de Sarasaland, preguntó con cierta intriga.
Ahora nos ubicamos en un lugar muy apartado de Nueva Donk, así es, en el Observatorio de Rosalina: un lugar ubicado en el espacio.
"Dale tiempo... yo creo que anda muy abrumada." Luigi dijo como respuesta, recibiendo las miradas del resto "Bueno, si yo fuera ella ya me arrancaría la cabeza. Está preparando su festival de despedida como alcaldesa de Nueva Donk... aunque fuera de eso sí siento un poco su distanciamiento."
Mientras de que estos dos discutían sobre las posibilidades del porqué de su 'lejanía', Rosalina, la única oyente de la conversación también pensaba internamente de las posibilidades, esbozando una mueca de preocupación. Porque sí, en algo que coincidían ellos tres era que su amiga pelinegra en común últimamente ha tratado de evadir a todos por igual.
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La Nave Del Olvido
FanfictionEspera Aún la nave del olvido no ha partido No condenemos al naufragio lo vivido Por nuestro ayer, por nuestro amor, yo te lo pido (...) Esta es una historia con capítulo único inspirado en la canción "La Nave Del Olvido" del gran José José, y a su...