Capítulo 3

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Corro junto con mis compañeras de los sargentos que intentan quitarnos las banderas que sostenemos con nuestra coletas, pues si se la quitan a alguien a ese alguien se le quitara el privilegio de tener descansos, por lo que si una llega a perder su bandera no estará de franco por dos semanas, así que por eso corro por mi vida, afortunadamente soy buena corredora pero los sargentos también los son por lo que tengo a uno aferrado a no perderme de vista.

Con ganas de empujar a mis compañeras pero solamente las esquivo para que no interrumpan mi camino. Lo que los superiores lo ven como algo divertido yo lo veo como algo aterrador, dos semanas y media aquí y sea nuestro primer descansa do de podremos salir a la ciudad como civiles.

—¡Déjate atrapar, princesa!—, grita el sargento que corre como un maniático con una sonrisa tras de mi.

—¡Jamas!—Digo sin dejar de correr.

Mierda, susurro cuando me veo acorralada por el final del colegio pero me meto en la zona verde del campo de tiro donde creo perderlo pero no... lo tengo justo atrás de mi con su sonrisa descarada. Retrocedo con pasos largos tratando de alejarme de él.

—¡Por favor, no!—digo riendo derrotada pero entonces choco con el pecho de alguien que me hace voltear para fijarme.

—Se acabo el juego, soldado. Queda libre...—Dice Garza, mientras yo suspiro aliviada, Dios que cansada quede.

El sargento se despide de la teniente y se va susurrando quien sabe que cosa, mientras que Valeria y yo nos miramos y soltamos una carcajada.

—Hoy empezamos de franco, creo que nos darán dos días a varios a menos que nos llamen e interrumpan nuestro descanso.—Habla Valeria mientras empieza a caminar así que decido seguirle la marcha.

—¿Y que hará usted, teniente?— pregunto acariciando mis manos mientras la sigo entre los árboles.

Se supone que hoy haríamos un plan de "amigas", pero que tal y no se acuerda, así que por esa razón decido preguntar capaz y ya hizo planes con alguien más...

—Ya te lo había dicho, princesa. Tenemos planes tu y yo hoy, ¿qué? ¿ya se te olvido?—se burla Valeria. Obviamente no se me olvido, no pude dormir de la emoción anoche.

Todos siempre me han llamado Alteza o Princesa. Aunque por alguna razón extraña el princesa ahora se siente diferente viniendo de la teniente...

—¿Qué?, no, no... para nada.—tartamudeo. De cuando acá soy tan retrasada. —Y, ¿adónde iremos?

—Pues hoy, tengo planeado ir al cine, saldremos a las 5 de aquí, y todavía la cuidad está medio lejos así que lo único que podremos hacer hoy es ir al cine y ya mañana será un día más... ¡divertido!—Explica Valeria mientras se detiene.

Aunque la teniente sea una persona poco expresiva suele transmitir una buena vibra, y aunque siempre que habla conmigo tiene un tono burlon o inexpresivo suelo percibir esa energía positiva que al parecer pocos logran descubrir.

Camino a la par de la teniente en dirección a su Camaro, no era difícil saber el tipo de coche que tendría por si estilo. Viene con unos pantalones de mezclilla, blusa blanca y chaqueta de cuero negro, no esperaba menos de ella.

Le agradezco cuando me abre la puerta del copiloto haciendo que mi narices se topen con el olor a menta y flores, ignoro el olor y me enfoco en ella cuando sube al auto quitándose la chaqueta.

—Te ves linda con ropa normal...—Habla. La voz de Valeria me saca de trance.

—Oh, muchas gracias... también te ves muy bien- contestó haciendo énfasis en el "Muy", ¿por?

La Princesa [Valeria Garza]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora