Capítulo 2

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Habían pasado un par de semanas desde que había llegado al colegio militar, dos agotadoras semanas de puro estudio sobre la historia de México, sobre técnicas de combate pues según según los superiores en la 5ta semana se iba a ver poner el practica algunas cosas estudias.

Pasaba empujando cuidadosamente algunas personas entre todo el gentío del comedor rogando por encontrar un lugar. Afortunadamente logré encontrar una silla desocupada así que puse mi charola sobre la mesa y me senté junto a la teniente Garza y otra compañera, aquellas mencionadas estaban en un platica de quien sabe que cosa así que solo me senté y dije "provecho" antes de centrarse en su propia cena.

Me quedé en silencio retractandóme a cualquier necesidad de entlabalar cualquier conversación con alguien. Pues desde que llegue lo único que me he ganado son miradas como si fuera un bicho raro, cuando llegue esperaba otra cosa... no se, tal vez varias personas queriéndose acercar a mi por ser muy famosa y pues ser de la realeza pero paso todo lo contrario siempre que intenta acercarme a alguien de forma amable terminaban siendo groseros y ganándome sus burlas.

Nunca he teniendo amigos de mi edad, siempre me costo mucho socializar a pesar de ser conocida por todo mi país y otro lados, mis únicas amigas eran mi madre y nana, siempre llevaban niños al palacio para que pudiera convivir con ellos, hasta dejaban que los servidumbres llevarán a sus hijos pero nadie podía hacer que hiciera amistad con ellos pues según lo que los niños le decían a sus padres es que era muy amargada.

Mi imagen aparece en todas las pantallas del comedor con el titular "La consentida del ejército". Pues de consentida creo que no tengo nada la verdad.

- Hace poco días se dio a conocer que la princesa de Chichén Itzá va a tener una larga estadía en el gran colegio Heroico donde obtendrá su formación militar. Se rumora que hasta ahora ha sido la más consentida del ejército Mexicano, pues siempre se ha sabido que la carismática princesa Galia es querida a donde sea que valla...- Mentiras.

En realidad soy muy odiaba por mi México cosa que me pone muy triste sabiendo que mi gente no me quiere aunque jamás haya hecho algo para ser odiaba pero así es la vida y puedo cambiar las opiniones de las personas.

-Su formación militar que es proceso de la preparación para lograr ser una gran reina en el futura, donde tendrá que procurar por nuestro país que tanto amamos- continuo la reportera.

- Como si pudiera hacer algo bueno por el país...- habló la mujer que tengo a mi otro lado. -Todos el país sabe que son una mafia, toda esa asquerosa gente.

Miro hacia abajo tratando de ocultar mi sonrisa aunque debo admitir que en parte me descontenta pues siempre tratamos de hacer el "bien".

- ¿Y por qué no le preguntas personalmente a la princesa?- habló con su característico desdén, Valeria. -La tienes justo alado de ti...- continuo, pues las viejas estaban en un platica nada oportuna cuando llegue así que sospecho en ningún momento se percataron de presencia.

-Oh!- hablo la tal "Lopez" pues así decía su placa, volteo como si hubiera visto a un fantasma, pero no, era yo. -Perdón, no quería decir eso.

Con el ceño fruncido me voltee ignorandolas mientras centraba mi vista en el televiso, pero no tarde mucho en eso cuando sentí la mano de Valeria sobre mi muslo cubierto por el pantalón táctico, miré su mano y luego a ello encontrándome con una sonrisa burlona que removió cosas en mi estómago.

-Debes aprender a defenderte, princesita, no siempre habrá alguien que enfrente a las gorilas como esa- habló Valeria.

No podía concentrarme en otro cosa que no fuera sus ojos castaños que tanto me llamaban, era difícil saber que expresaban, siempre habían dicho "lo que los labios callan, los ojos lo gritan" pero con ella no sabría predecir que es lo siente, pues su mirada simplemente no me habla.

-Galia...-me llamo la teniente chasqueando sus dedos en mis mirada. "Mierda, me quedé viendola".

Mi nana siempre me había dicho que parezco una loca pelando los ojos cuando me adentro en mi pensamientos, espero que no me haya visto así frente a ella. Que vergüenza me daría si, sí.

-Perdón, me distraje, ¿qué decía?-me hice la mensa tratando de no ponerme roja.

-Te quedaste como tarada mirando, ¿en que tanto piensas?- me encanta la amabilidad de esta mujer, creo que es la mejor fortaleza que tiene, amable y bondadosa, sobre todo.

"En ti".

-Nada... me retiro, buen provecho.-Dije sin más levantando mi charola antes de caminar al basurero donde tire básicamente todo mi comida porque por pendeja, ¡no comí!

Maldiciendo los retrasada que puedo ser me dirigí hacia la torre queriendo un momento a solas sin pasar ningún tipo de pena ajena.

Me surmejo en mi lectura hasta que empiezo a ver como todas la literas se van ocupando por las compañeras.

-A veces siento que nunca has tenido vida social...- habló Valeria sacándome un susto pues me llego por la espalda.

-Tienes razón, la verdad es que era muy solitario ese palacio.- sonríe cuando se sentó en la litera de enfrente.

-¿Pero afuera de él no tenias amigos?, digo eres de la realeza, tienes contactos y un buen de gente que te ama, ¿no?-cuestionó Valeria, enarcando su ceja.

-No... contactos si, pero amigos no. La única gente con la que llego a socializar pasa los 30 años- comente sonriendo, mientras trataba de recordar si alguna vez había tenido amigos, pero no, llegue a la conclusión de que no, jamás.

-No suelo decir esto, pero...- habló mientras tallada sus manos Valeria.-¿Qué tal y hacemos un plan de "amigas"? Siento que hay mucho de lo que te has perdido.

El corazón de Galia comenzó a saltar de la emoción, "amigas" un plan de amigas no le caería mal, después de todo Valeria sabía más que nadie.

-Mañana tenemos franco, podemos ir a pasear por ahí, conozco buenos lugares...-continuo Valeria,- ¿te parece bien?

-¡Claro! Me encantaría salir un rato, ya me harte de este lugar- solté riendo.

Mientras nos quedábamos hablando un rato más hasta tuvimos que salir por nuestras actividades hasta que anochecio haciendo que todos se devolvieran a su torre. Después de un largo día al fin apagaron las luces y pudimos dormir a gusto.

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La Princesa [Valeria Garza]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora