Salí a comprar con la China, el Pinto y el Cochi. Anabella no fue porqué tenía que cuidar que nadie entré a nuestra casa y lugar de venta de drogas.
Caminé al lado de la China, escuchando su conversación con su novio.
Mientras caminaba, fumaba un porro.
—Che, nena.-Me habló el Cochi.—¿Quién te dió eso a vos? Ya te dijimos que no queremos que te metas en esa.
—¿Quién me dió que?-Le dije confundida.
—El porro, Luna. ¿Quién te lo dió?-Hablo Jorge y mire el objeto entre mis dedos.
—Ah, es que quería probar.-Mentí, ya lo probé, muchas veces.
—No, Luna. Dámelo.-Me ordenó la China.
—No, ¿por qué? Es mío, no te lo voy a dar.-Me defendí.
—Luna, por favor. Ahora vamos a buscar a Danilo y no queremos que te vea con eso. Va a querer también.-Me explico el Pinto.
—¿Danilo? No me dijeron que venía, mejor me vuelvo.
—¿Qué? No, ¿por qué? Te quedas.-Se negó el Cochi.
—No, me vuelvo.-Mantuve mi posición.
—Luna, déjate de joder. Ya casi llegamos a lo de Sebas. ¿Por qué te querés ir?-Me pregunto la China.
—Porque no quiero estar con él. No está todo lo suficientemente bien.-Explique.—Y si no quiero ir, no tengo porqué explicarles.
—Uy, que pena, Luna.-Me dijo Jorge.—Porqué ya llegamos.-Mire adelante y efectivamente, estábamos frente a la puerta del departamento de Sebastián y Danilo.
Bufé y rodé los ojos.
El Cochi tocó la puerta y abrió Danilo.—Hola, Cochi.-Lo saludó.
—Hola, enano.-Lo saludó él revolviendole el pelo.
—Hola, China.-Saludó a mi mejor amiga.
—Hola, chiquito.-Le devolvió el saludo con una sonrisa.
—Hola, Jor.-Lo saludó a Jorge.
—Hola, enanin.-Lo saludó él.
Y al verme, solo rodó los ojos, seguido de dos palabras.—Hola, tarada.
—¿Qué me decís tarada?, pelotudo.-Reaccioné a su insulto.
—Eu, eu, eu. Cortenla.-Dijo el Cochi, calmando la situación.
RATO DESPUÉS.
Íbamos caminando tranquilos, hasta que me llegó una llamada.
—¿Hola?-Dije al atender.
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Tu mirada; Danilo Sánchez
FanfictionSi lo mismo que me mata es lo que me hace sentir viva..