Capitulo 4 - Maren (20)

0 0 0
                                    

—Mi nombre Stephen Gray, pero puede llamarme Sr. Gray, venga con migo, por favor.

El me guió hacia el interior de la mansión, esta tenia un estilo rustico, y si bien la fachada se veía algo descuidada, el interior nada de eso tenia.
Al pasar pude ver una gran escalera, que conduce a la segunda planta. Al lado de esta habían unas grandes puertas cerradas.
No pude ver a detalle el lugar, pero solo que tenga una oportunidad ya iré a chismosear.

— Por aquí —y me condujo a una enorme sala donde solo habían tres personas más, las cuales giraron a verme, un chico con barba, que sostenía un libro de álgebra solo me dio un vistazo después siguió con su lectura, el otro par era una. Chica de pelo corto y un chico rubio, no tenían cara de ser muy agradables.

— Póngase cómoda, esperaremos que todos los candidatos lleguen para presentaros y darles las llaves de sus habitaciones, alguien vendrá a llevarse su maleta a su habitación así que si tiene que tomar algo le recomiendo hacerlo en este momento, ya que podrá ingresar a su habitación hasta que todos se encuentren en la mansión, tome lo necesario, teléfono, cargador, etc. Le pido que por favor no salga de aquí, si necesita algo, no dude en llamar al timbre que está al lado de la puerta.

No espero respuesta alguna, avanzo hacia la puerta y desapareció tras ella cerrando la sin hacer ruido alguno.

Suspiré.

Mira mi reloj, ya casi eran las seis y aún faltan 16 personas, sería una larga espera.

*

No había hablado con nadie, de las ahora once personas que ya estábamos en la mansión, no estaba de humor, ya pasaban de las ocho, tenía hambre y nadie contestaba al timbre.

— Hola, —me saludo una chica con cabello castaño— me llamo, Aria, Aria Clinton. —extendiendo la mano de manera de saludo.

Le devolví el gesto estrechando mi mano con la suya.

— Hola, soy Maren Hamilton. ¿Acabas de llegar? No te había visto.

Ella se sentó a mi lado — sí eh llegado algo tarde, mi vuelo se retraso, y para llegar aquí tuve que esperar un montón para tomar un taxi.

— De hecho, cuando llegue vi que casi no hay taxis por aquí, tuve suerte de tomar uno solo llegue, ¿de donde vienes?

— De Manchester ¿tu?

— Londres

— ¿Londres? Es una hermosa ciudad.

Antes de que pueda contestar, alguien se nos acerca para hablar.
Mejor dicho, dos personas. Un chico de piel obscura y una chica con el cabello largo y ondulado.

Hola chicas, soy Kilian Hawkins —se presenta el chico, su sonrisa transmite alegría.

— Yo soy René Morrison —se presenta la chica, el tono de ella es más seco— Nosotros acabamos de llegar, ¿saben si hay que registrar que ya llegamos o cuando podemos subir a las habitaciones?

Eso me llamo la atención.

— ¿No les explicó el señor Gray? —Pregunté.

Ellos negaron con la cabeza.

— Llegamos con un par más y no alcanzamos a escuchar— explicó el chico.

Mientras llegaban las últimas personas yo les expliqué lo que ella señor Gray me dijo.

— Diecinueve.—Exclamó de repente Aria.

— ¿Diecinueve qué? —Pregunté.

— Personas.

La puerta volvió a abrirse, una chica castaña y ojos grandes que iban de un lado al otro como si buscase alguna amenaza, nuestras miradas se encontraron, pero no duró más que algunos segundos, entró a la sala seguida del señor Gray.

Ella se sentó en el último sillón libre que quedaba.

Después el señor Gray habla con vos fría y tono serio.

— Buenas noches candidatos, —saluda— quiero felicitarles por estar el día de hoy aquí presentes, espero comprendan que el estar aquí hoy es algo de suma relevancia, por lo mismo espero y no lo tomen a la ligera, ustedes han sido escogidos de entre miles. Su inteligencia les a traído aquí, donde eso puede ser o su bien, o su mal. Espero sepan utilizar eso a su favor, para cumplir sus mas profundos anhelos. Todo dependerá, de su astucia, inteligencia, observación y decisiones, lo vital para vivir. Y recuerden, solo para cinco será su bien, así que suerte.

Se me erizó la piel al escuchar eso.

El señor Gray siguió hablando.

— Por hoy su cena será llebada a sus respectivas habitaciones, pero normalmente serán en el comedor de la manción, sus habitaciónes están subiendo la escalera que se encuentra en frente de la puerta principal. Antes de darles las llaves de sus habitaciones, es preciso, firmen unos documentos.

Una mujer nos dio a cada uno una hoja y lapicero. La mayoría tan solo se les daban ya lo estaban firmando, con tal apuro que sentían que tardarse una milésima de segundo iba a costarles la oportunidad.

— El documento que tienen en las manos es un permiso, el cual nos otorgan sobre vuestras procesiones, o dicho de forma específica, sobre sus dispositivos, celulares, tabletas, computadoras, relojes inteligentes, camaras, etc. Ya que no está permitido tomar ningún tipo de fotografía, video, o grabación. Yquedence con la tranquilidad de que si pasa algo en sus hogares o sus familias, se les informará, pueden quedarse tranquilos, por lo que les pedimos entregarle cualquier objeto igual o similar a las personas encargadas, en este también aceptan estar bajo nuestra custodia.

— ¿Que pasa si no lo firmamos? —preguntó una chica delgada y pequeña con una delgada melena rubia.

— Simple, —le respondió con frialdad el señor Gray— están fuera.

Nadie cuestionó nada más, todos firmamos al momento.

Después nos entregaron según nuestro número las llaves de nuestras habitaciones, tenían un aspecto como si estuvieran salidas de un cuento de hadas, todas eran diferentes, la mía era circular con una enredadera de hojas que decoraba la cabeza de esta, y era de un color verde metálico, mi color favorito para acabar.
Alcancé a ver la de los demás, eran todas de diferentes en colores y formas.

Subimos a las habitaciones y tiempo después nos subieron la cena, comí con prisa, no vi muy bien lo que era, pero estaba rico.

Después me fui a él armario, donde dijeron que habían puesto mi maleta.

Y busque entre la ropa el celular de repuesto que había escondido, había sospechado que nos lo pedirían, pero no esperé que fueran a hacer tanta cosa por simples aparatos, aparte, ni siquiera creo que aquí, en medio de nada, llegue señal.

Busque y busque entre la ropa ordenada de manera perfecta e impecable.

Y noté dos cosas. Una más extraña que la otra.

Uno. ¿Por que la ropa está ordenada?

Dos. El teléfono que había escondido ya no estaba en ninguna parte.

__________________________

¿COMO ASÍ QUE ESTAS LLEVANDO COSAS DE CONTRABANDO?

💙Esta juventud de hoy día.

😼 Bueno, y dejando de lado los dramas adolescentes ¿Estás bien?

🌼¿Que tal te trata la vida?

🌿Si te anda tratando de trapeador recuerda que pronto saldrás de esta<3 y si todo va bien, recuerda que te lo mereces y que es momento para ir a por sueños que cumplir.

De la nada me ponía reflexiva. Pero a más de alguien le caerá bien.

Volviendo al tema...

✨¿Y que opinas de este cap? ¿Que piensas del teléfono rateado?, digo... Perdido.

🙊¿Alguna opinión sobre Kingdom?

🔎Favor de dejar sus teorías, entre mas loca, rara, wtf-, MEJOR.

💌Recuerda seguirme por aquí (la app naranja) y por allá (Tik Tok: dalet_w) and (Instagram: dalet_w_)

💜Ya saber que te espero en el siguiente capítulo, así que sigue viviendo porfas.

♥️Nos seguimos viendo corazones <3.

Sueños y Pesadillas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora