La tranquilidad que alguna vez existío en el pueblo de Lüggihm se había marchitado hace mucho.
Lo que en su momento fue el auge de la producción de todo el reino, ahora era un oscuro y muerto campo. Una terrible sequía había hecho imposible las producciones e innegablemente todos los animales y cultivos perecían.
Tan devastador era el sufrimiento causado por la hambruna que los aldeanos recurrieron desesperamente a la magia de los gitanos, en busca de alguna solución que diera fin a su agonía.
Una caucásica mujer de dorados cabellos fue la encargada de ilustrar las predicciones para el pueblo. Guiándose de su bola de cristal dió tres pasos a seguir para dar cierre a la mala racha del poblado.
—Cinco muchachas deben ser escogidas. —murmuró sin despegar la mirada de su esfera, agitando las manos en forma circular alrededor de esta— sus ojos deben ser vendados y de espalda caminarán en línea recta sobre ramas de rosales, quien llegue al final del tramo sin derramar una gota de sangre es quien debe ser entregada al bosque maldito. Su cabello debe ser trenzado y decorado con una rosa blanca, sus manos deben estar atadas por una cadena plateada y sus pies deben estar descalzos. Ella será quien devuelva la dicha a los cultivos y el ganado, de lo contrario 100 años más de oscuridad habrán.
Y así, al día siguiente todos en el pueblo se encargaron de seleccionar a las muchachas más bellas para pasar la prueba. Tal y como la gitana lo había previsto solo una joven cumplió al pie de la letra el ritual.
Llegada la noche fue preparada y entregada al bosque, apenas cruzó las barreras de protección en el pueblo se armo una gran fiesta.
Todos bebían, gritaban, reían y bailaban, felices de que su mal tiempo al fin acabaría, no importaba nada más que la felicidad del momento ni siquiera la pobre vida que había sido entregada era recordada.
Miró una última vez lo que había llamado hogar y retomó su camino, vagando por el rocoso sendero.
—Maldito pueblo. —murmuró molesta, limpiando torpemente las lágrimas que rodaban por sus mejillas.
Se sentía traicionada, su familia no hizo nada por impedir que fuera entregada como ofrenda, al contrario habían dado un brinco de felicidad al saber que era la elegida.
Carajo obviamente esa gitana había mentido, que la sacrificaran no haría ningún cambio. Logicamente no había sangrado al caminar por las ramas de rosales porque sus pies estaban tan acostumbrados a estar descalzos durante trabajos duros que algo como eso jamas la lastimaría.
Había arreado el ganado e incluso arado las tierras descalza, obviamente hacer algo tan banal como caminar no lastimaría sus pies. Pero la gente era tan ignorante que ante unas palabras alentadoras se habían dejado engatusar.
Era patético pensar que ahora un cerdo tendría mejor vida que ella.
Mordió el interior de su mejilla intentando evitar romper en llanto y continuó con lo suyo, caminando sin un punto fijo.
Las ramas de los árboles eran tan grandes que apenas y unos leves rayos de luz se colaban entre las hojas, lo único que podía oír era el eco de sus pisadas mezclarse con el cantar de los grillos y los graznidos de los cuervos.
Análiso su alrededor con detenimiento, era un lugar muy oscuro e incómodo. Por alguna extraña razón se sentía observada, su interior gritaba desesperadamente que volviera a casa pero su orgullo le impedía hacerlo, prefería morir en este horrible bosque antes de que regresar a ese mugroso lugar.
Por algo fue bautizado como "El bosque maldito" toda alma que entraba jamás regresaba, muchas historias y leyendas giraban entorno al extraño lugar, se decía que era el hogar de espíritus y criaturas malignas que robaban las vidas de todo aquel que perturbara su hogar.
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𝐸𝑙 𝑣𝑎𝑙𝑙𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝐸𝑠𝑡𝑒 | 𝑆𝑎𝑏𝑖𝑡𝑜
FanficTras años de oscuridad el reino olvidado podría renacer, pero con una condición, quien rompiera las cadenas del yugo podría caer en un abismo de tragedia que acabaría con su propia vida. ♡ | "Jamás creí ser digno de tal felicidad" [ ✧ ] Au Fantasy🧚...