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Ray’s POV

Edward y yo hemos estado saliendo durante 3 meses. Ahora estoy 1000% seguro de que quiero estar con él y que es la persona adecuada para mí. Él me cuida bien. Incluso empezó a aprender a cocinar para mí.

Cuando tengo mi periodo, tengo calambres muy fuertes. Cuando descubrió lo grave que era, se preocupó mucho. Buscó remedios en línea. Y los uso para ayudarme con el dolor. Pero lo mejor es que incluso fue a la tienda a comprar artículos. Fue genial al respecto, ni siquiera se avergonzó como la mayoría de la gente. Me hizo preguntas al respecto, para entender más sobre los períodos. Simplemente ayudó a demostrar cuánto me ama y se preocupa por mí. Estaba muy feliz sabiendo lo mucho que se preocupa y se preocupa por mí. Mis momentos con él son maravillosos. Él es sólo mío. Mi Edward. Mi primer amor y único amor.

Ahora mismo, Edward está aprendiendo a hacer panqueques y yo lo estoy ayudando.

–¡Hey, hey! ¿Qué tenemos aquí? ¿Dos pájaros del amor cocinando, eh? ¿No es tan dulce?– Noah se burla de nosotros. Edward sonríe ante el comentario de Noah, volteando el panqueque.

–Ah, claro. Roro, ¿le has contado a nuestra familia que estás saliendo? ¿Hmm?– Preguntó Noah, levantando una ceja y sonriendo.

Él está en lo correcto. Estaba disfrutando tanto mi tiempo con Edward que olvidé decírselo a Niky y Rue.

–¡Oh Dios! ¡Tengo que decírselo rápido! ¡Se van a volver locos!– Grité, toda nerviosa y asustada.

–Lo que más me preocupa es Edward. Pobre hombre. Cuando se enteren, estará muerto–. Noah dijo dándole palmaditas en la espalda a Edward.

–¿Son tan malos?– preguntó Edward. Noah se rió al escuchar la pregunta.

–¿Malos con nosotros? De ninguna manera. ¿Malo con otros que nos lastiman? Claro que sí–. Noah explicó. –Si descubren que estás saliendo con su lindo ángel Ray, estás casi muerto. Niky ni siquiera dejaría que Rue, su propia hermana de sangre, saliera o amara. No hay forma de que te deje vivir.

–Noah. No estás ayudando aquí– dije. –Los convenceré. Nos aman demasiado como para hacernos daño.

–Recuerdas lo que pasó cuando un niño te lastimó en tercer grado, ¿verdad? ¡Niky casi lo rompe en pedazos!– Noah me lo recordó.

–Otra vez. No ayudas–

–Tengo que decírselo a mi familia también–. dijo Edward.

–Está bien. ¿Qué tal esto? ¿Tú y yo hablamos con tu familia primero y luego con la mía? Podemos ir a tu casa. Si te parece bien–. Pregunté, presentando mi plan. –Pero no podemos ir a la casa de mi familia hasta que ellos nos lo digan. Así que podemos llamarles y decírselo.

–Está bien. Suena bien. Sin embargo, ha pasado un tiempo desde que conocí a mi familia o incluso hablé con ellos. Quiero sorprenderlos y presentártelos, Ray–. Asiento con la cabeza con una sonrisa cuando Edward terminó.

–Oigan, oigan. No me olviden. Si Roro se va, yo también iré–. dijo Noah.

–Puedes venir. Pero no hay habitaciones vacías para ti en mi casa. Y también hay lobos. Sólo para que lo sepas–. explicó Edward.

–Está bien. Puedo acampar. Después de todo, nuestra familia nos enseñó cómo hacerlo. En cuanto a los lobos, podemos manejarlos. Poderes, ¿sabes?– Dijo Noah moviendo los dedos en el aire, sonriendo.

Todos empacamos nuestras cosas para irnos. Les informamos a Niky y Rue que nos íbamos de viaje por dos semanas y que las llamaremos para avisarles que estamos bien, cada tres días.

Mientras empacaba mis cosas, vi mi libro de hechizos y empaqué la copia en la bolsa. Por razones de seguridad.

Miré el cielo nocturno. Las estrellas brillaban intensamente. Me acerqué a mi bolso para empacar los artículos de tocador. De repente sentí a alguien en la habitación. Sabía quién era. No necesitaba mis poderes para saber quién era.

–Edward–. Dije mirando hacia él.

–Ray–. Me abrazó suavemente, sonriendo. –Pensé que tal vez no tendríamos nuestro 'Tiempo especial' en Forks. Porque mi familia no te perderá de vista cuando te vean–. Tarareé como respuesta.

Nos miramos a los ojos. Nos gusta mirarnos a los ojos. Nos trae paz y alegría.

–Tus ojos son tan hermosos. Los amo–. Dijo besando mis labios. Dejé escapar una risita. Mis mejillas comenzaron a sonrojarse de un rojo brillante, mis mejillas se sentían calientes.

–Me encanta tu sonrisa–, besa la comisura de mis labios –Me encantan tus manos–. me besa las manos. –Me encanta verte sonrojada–, besa mis mejillas.

De la nada mi puerta se abre.

–¿Qué dije sobre estar solos en una habitación cerrada?– Nox suspiró. –Si ambos quieren besarse, vayan al sofá. ¡Pero no más que besarse! ¡¿Entendido?!– Ambos asentimos en respuesta.

Después de que Nox se fue, Edward tenía una sonrisa en su rostro. Su rostro se acercaba al mío. Levantó mi cabeza con su dedo.

Sus labios se cernían sobre los míos. Luego me levantó y se dirigió al sofá. Me puso encima suyo mientras nos besábamos. Tiré de su cuello hacia mí, para acercarlo a mí. Una de sus manos se movió hacia mi cuello y la otra hacia mi cintura. La atracción se hizo más fuerte a medida que profundizamos nuestro beso. Hubo besos cortos y besos largos. Edward sabía que necesitaba respirar, por eso pocos de sus besos eran largos y pocos cortos. Nos besamos durante mucho tiempo.

Lentamente me quedé dormida en su regazo, abrazándolo con mi cabeza en su hombro. Sacó una manta del sofá y me cubrió con ella. Luego me rodeó con sus brazos abrazándome. Nunca sentí frío por su toque. Por el contrario, su toque se sintió cálido, incluso cuando me besa.

Nos subimos todos al coche y nos dirigimos al aeropuerto. Estaba nerviosa por conocer a la familia de Edward.

My forever love - TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora