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El 12 de agosto quedó marcado,
como el día en que nos vimos,
entre rosas y suspiros,
nuestros corazones se unieron.

Conocernos fue un milagro,
un destino que el cielo trazó,
en tus ojos vi un universo,
donde mi amor floreció.

Abrazar tu cuerpo es sentir,
la paz que siempre soñé,
besar tus labios, un dulce delirio,
que nunca imaginé.

Acariciar tu piel es descubrir,
cada secreto que escondes en ti,
emocionar mi ser con tu risa,
es el regalo que recibí.

Llorar contigo no es tristeza,
es compartir la profundidad,
de un amor que no conoce límites,
de una eterna felicidad.

En este jardín de rosas,
donde el 12 de agosto nació,
nuestro amor sigue creciendo,
como un sueño que se realizó.

Cartas De Una Poeta EnamoradaWhere stories live. Discover now