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El lunes por la mañana, Taehyung caminaba por los pasillos de la escuela con una sonrisa que no podía ocultar. El fin de semana con Jungkook había sido maravilloso, y aunque todavía sentía las sombras de su pasado, se sentía más fuerte, más decidido. Sin embargo, sabía que su vida no iba a cambiar de la noche a la mañana.

Al llegar a su casillero, se encontró con Jungkook, quien lo esperaba con su característica sonrisa.

—Buenos días, Tae. ¿Cómo te sientes hoy?

—Buenos días, Kook. Estoy bien, gracias. ¿Y tú?

—Mejor ahora que te veo —respondió Jungkook, haciendo que Taehyung se ruborizara ligeramente.

Mientras conversaban, Taehyung no pudo evitar notar a algunos compañeros de clase mirándolos de reojo, susurrando entre ellos. Aunque no le importaba mucho lo que pensaran, sabía que sus sentimientos por Jungkook no siempre serían bien recibidos.

El timbre sonó y ambos se dirigieron a sus salones. Durante las clases, Taehyung no pudo evitar pensar en Bogum y en su encuentro con él el fin de semana. Había algo siniestro en sus ojos, algo que le recordaba demasiado a los hombres que habían arruinado su infancia.

Más tarde, durante el receso, Taehyung se sentó con Jungkook y sus amigos ya que Jimin había ido a su práctica de natación. La conversación fluía fácilmente, pero Taehyung no podía evitar sentirse distraído. De repente, recibió un mensaje de su madre.

 De repente, recibió un mensaje de su madre

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Suspirando, Taehyung guardó su teléfono. No era la primera vez que su madre lo dejaba solo, pero eso no hacía que doliera menos.

—¿Todo bien, Tae? —preguntó Jungkook, notando su cambio de ánimo.

—Sí, es solo mi madre. No estará en casa está noche.

Jungkook le tomó la mano por debajo de la mesa, ofreciéndole un apretón reconfortante.

—Puedes venir a mi casa si quieres. No tienes que estar solo.

Taehyung sonrió, agradecido.

—Gracias, Jungkook. Quizás lo haga.

La mañana transcurrió sin mayores incidentes, pero al final del día, mientras Taehyung salía de la escuela, se encontró inesperadamente con Bogum y su padre, quienes claramente le habían estado esperando.

—Vaya, mira a quién tenemos aquí—dijo el padre de Bogum con una sonrisa torcida—El hijo del traidor de Taewoo.

Taehyung sintió que el miedo lo paralizaba. Jungkook, que estaba cerca, se acercó rápidamente al ver la situación.

—¿Qué está pasando aquí?—preguntó Jungkook, poniéndose al lado de Taehyung.

Bogum dio un paso adelante, mirándolo con desprecio.

—Nada que te importe. Este es un asunto familiar.

—No parece nada bueno—respondió Jungkook, desafiando con la mirada al padre de Bogum.

El señor Park rió, pero no era una risa agradable, era una risa llena de promesas oscuras y malicia.

—Nos veremos pronto, Taehyung—dijo antes de dar media vuelta y alejarse, seguido de su hijo.

Jungkook esperó hasta que estuvieran fuera de vista antes de volverse hacia Taehyung.

—¿Estás bien? ¿Quiénes eran esos tipos?

Taehyung se apoyó en Jungkook, sintiéndose agradecido por su presencia.

—Son...parte de mi pasado. No son buenas personas, Kookie. Temo por lo que puedan hacer.

Jungkook lo abrazó, susurrándole al oído:

—No dejaré que te hagan daño, Tae. No mientras yo esté aquí.

Esa noche, Taehyung decidió aceptar la invitación de Jungkook y pasó la noche en su casa. Se sintió más seguro allí, aunque sabía que la amenaza de Bogum y su padre no desaparecería fácilmente.

Con el tiempo, Taehyung y Jungkook tendrían que enfrentar peligros mayores, y Taehyung tendría que encontrar la fuerza para confrontar los fantasmas de su pasado y proteger a quienes ama. Pero por ahora, entre los brazos de Jungkook, se permitió sentirse en paz.








Ayy se viene el drama.

Tattooed boy; kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora