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Se sentía la adrenalina y la emoción en el ambiente, estar en el garaje oyendo la radio de Max, mientras la transmisión en la pantalla nos mostraba la pelea que se estaba viviendo dentro de la pista por parte de los Red Bulls era una jodida locura.
Y la vuelta decisiva llegó, dejando a Sergio como el ganador y Max llegando apenas unos segundos detrás de él, quedándose con el segundo lugar, que jodida locura, estaba tan feliz, orgullosa de mi pareja y de mi amigo.
El garaje se llenó de gritos y felicidad, me quité los audífonos y salí casi corriendo a donde se estacionaban los pilotos para felicitar a mis chicos.
Los ingenieros y mecánicos en cuanto me vieron me hicieron un espacio para estar en primera fila, cosa que les agradecí, los autos llegaron y se estacionaron a tan solo unos metros, sonreí cuando Checo salió y levantó el puño en señal de triunfo, mientras Max salía del auto y corría a donde estaba Checo y le daba una pequeña nalgada para seguir corriendo y aventarse contra los ingenieros, Checo negó con la cabeza mientras también corrió hacia la valla.
Max se alejó y empezó a chocar la mano de todos los que podía, mirando a todos lados hasta que dio conmigo, sus ojos se hicieron chiquitos, indicándome que estaba sonriendo debajo del casco, le di una gran sonrisa y pronto estaba delante de mí abrazándome por la cintura levantándome levemente del suelo. Mierda cómo es que todavía tenía fuerza, después de una maldita carrera.
Mis brazos abrazaban sus cuello y una vez en el suelo de nuevo le di un pequeño golpe en el casco en señal de felicidad, oí su risa y después miró a un lado, regresó su vista a mi y me guiño un ojos antes de irse a pesar.
Sergio apareció en mi visión y salté emocionada mientras me acercaba más, lo estreché en mis brazos, le sonreí y al igual que Max me guiño un ojo y se alejó quitándose el casco, para irse a pesar.
Estaba tan emocionada por el doble podio de mis chicos que no me puse a reparar en ese tan extraño guiño, joder ver a estos hombres, sudados, con el cabello revuelto, mientras su pecho subia y bajaba intentando regular su respiración, hizo que mi respiración se cortara ante tan excitante imagen, la imagen mental en mi cabeza estaba a punto de volverme loca.
