5~ Mitsuri Kanroji🍡

173 20 1
                                    


Desde que lo vi por primera vez, me corazón hizo sonidos raros, comenzaba a estar acelerado y no podía pensar con cordura. Sus ojos heterocromaticos eran tan cautivadores, como hipnotizantes.

Lo había cruzado varias veces en la preparatoria pero nunca me animaba hablarle, solamente podía chocarlo en el pasillo o cruzar lo en el comedor, y, aunque pareciera que me miraba, realmente era invisible para él.

Siempre fui considerada una persona muy hermosa para todos los hombres, pero mi forma de ser sacaba de quicio a todo aquel que intentaba conquistarme, mi apetito feroz los aterraba y sentían humillados que una mujer pudiera comer más que todos ellos.

Las chicas constantemente me recalcaban que un hombre solo me ve por mi físico y nunca por lo que realmente soy, porque esa parte de mi les repugna. Me han llegado agredir, romperme la ropa o desgarrarla, tirar de mi cabello, hubo un año que lo tuve que tener corto por culpa de un chicle que me pegaron en la cabeza.
Mis lágrimas nunca eran suficientes para que ellos se detuvieran, era más motivación para hacerme la vida peor.

Aunque Rengoku y Shinobu trataban de defenderme, era muchas veces casi imposible hacerlo, aprovechaban hasta el más mínimo segundo cuando ellos se iban para aterrorizarme.

Esa primera vez que tuve interacción con él fue como una caricia al alma, ver sus ojos más de cerca era todo lo que estaba bien, era tan tranquilizante.

Volví a soñar despierta con su mirada e imaginándome su sonrisa, me había enterado algunas cosas de porque la usaba, pero seguramente se veía muy hermoso sin ella y esos ojos hermosos harían que a uno se le olvidará totalmente de su cicatriz.

—¡Me gustas Obanai-san!

No podía respirar bien cuando solté esas palabras, no había pensado realmente en lo que él me fuera a responder.

—¿Qué?— Frunció el ceño confundido— No estoy para juegos

¡¿Qué?!

Lo miré totalmente confundida mientras se alejaba, intenté detenerlo y explicarle que era real lo que decía pero de un fuerte tirón me hizo caer al suelo.
Me quedo mirando preocupado por unos segundos pero no  se detuvo a ayudarme a levantarme.

Se alejo sin volver a mirar atrás, sentía como se rompía mi corazón. Tape mis lágrimas y recordé las palabras de Rengoku, a él no le caían muy bien las mujeres, quizás fue por eso que creyó que estaba bromeando o quizás él no quiera ni siquiera verme desde ahora en adelante.

En mi casa llore abrazada a un peluche de Serpiente que tenía mientras escuchaba el celular sonar desesperado, era mi mejor amigo que quería saber que había pasado para que todo saliera mal.

"Lo que pasa es que nunca voy a ser perfecta para nadie".

Flor de primavera (AU School)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora