Freender

4 0 0
                                    


FREENDER

El héroe de la ciudad inconquistable

(novela)


Prólogo

Una ciudad, más conocida como la ciudad inconquistable: la Ciudad de Hierro. Entre sus filas de guerreros, se encontraba uno que resaltaba por mucho de otros, nadie sabía por qué era tan bueno en las batallas, pero al contrario de temerle, todo aquel que lo conocía terminaba tendiéndole un gran respeto y una profunda admiración, debido a su forma de ser. Este mismo nació en esta ciudad y desde muy chico fue dejado al cuidado del mismísimo rey Robert, por pedido de su madre.

En cuanto a la tierra conocida, se puede decir que convivían varias razas, algunas en continuo conflicto, como los orcos y humanos o los elfos oscuros, con sus hermanos lejanos, los elfos de la luz. Esta historia comienza en el año 6787 desde la creación. Cuando este famoso guerrero fue llamado del frente de batalla para que se presentara ante el rey con suma urgencia y es así como comienza esta larga historia, llena de incertidumbre para este guerrero.


Capítulo 1

Freender

Era una mañana con mucha neblina y muy fría, cerca de un camino de tierra, rodeado por un bosque de pinos muy denso y enorme. Al ser tan grande el olor a pino se podía sentir a muchos kilómetros de distancia, por eso antes de llegar al mismo, uno sabe que está cerca por su fragancia refrescante. ¡Ahora bien! Su vegetación es muy tupida y si uno observa bien, podría llegar a ver, la figura de una persona a caballo, con un manto que lo cubre de pie a cabeza, acercándose lentamente hacia el final del bosque de pinos, denso y neblinoso. Cuando termina el bosque, da lugar a un valle hermoso, enorme, lleno de flores de muchos colores, especies y muy bien cuidado. También se puede ver que la neblina es rápidamente despejada gracias a los varios vientos agradables que provienen del océano. La densa nebrina es disipada y se queda solo en el bosque y no llega al valle. Este jinete que sale del bosque va con pasos firmes, cabalga por el valle de no más de cuatro mil codos de largo —que sería casi dos kilómetros de longitud—. A medida que uno va avanzando por el mismo, se puede ver el comienzo de un camino de piedra, que este jinete está siguiendo muy atentamente y que llega a un puente, que se encontraba al final del camino. Este puente colgante es de madera de muy buena calidad y que se encontraba en un barranco muy alto, se podría decir que es casi un abismo.

Ahora bien, en cuanto al puente si uno prestara atención, claramente se puede observar que está muy bien cuidado, a pesar de ser tan antiguo, también uno puede notar que donde tendría que haber sogas para ser sostenido, hay sogas hechas de hierro de la mejor calidad. Ya que es muy largo y las sogas comunes no podrían soportar el peso, también uno puede contar, si quisiera, los tablones que hay en el puente y estos son unos trecientos, de no más de tres palmos cada uno, pero lo más impresionante es lo tenebroso y escabroso que es pasar por él. Debido a que el barranco es muy profundo, a tal punto que, si uno se atreve a asomarse y ver hacia abajo, a pesar que uno se esfuerce no puede ver su fondo, pero sí puede llegar a oír un río furioso pasando por él. También el viento de costado que golpea el puente y lo hace tambalear de un lado al otro, pero este está muy bien construido, así que la distancia que se tambalea es no más de dos palmos de un lado al otro, a pesar de los furiosos vientos, pero es lo suficiente para asustar a cualquiera.

Cuando uno se atreve a acercarse bien, se puede ver que no es tan ancho y en el principio del mismo se encontraba un cartel grande de hierro puro, donde dijo: "Bienvenidos a la Ciudad de Hierro" y abajo del mismo, se puede leer lo siguiente en letras más pequeñas: "Reino de todo lo que se extiende hasta las montañas Crous". Estas montañas quedan a unos mil quinientos kilómetros de distancia. No por nada a este reino se le llama y es conocido como "el legendario reino de hierro", ya que nunca pudo ser conquistado por nadie a pesar de los innumerables intentos desde su fundación, ya hace tiempo inmemorable, y donde todos los reyes deseables se podían refugiar en tiempos de guerra. De ahí su gran riqueza de todo tipo. Esto se debe a su posición estratégica, se encontraba en un barranco de más de ochocientos codos de profundidad, donde pasa un río de aguas muy rápidas y turbulentas. Nadie que haya caído en ellas se ha vuelto a ver con vida, su gran velocidad y las incontables rocas, que salen del agua de una forma puntiaguda, por los siglos de erosión de la mismas, hacen que el río sea innavegable y altamente mortal.

FreenderWhere stories live. Discover now