Pokemon Trainer Vicky

capitulo 24

Royal Road
Tooo
Entrenadora Pokémon Vicky (Pokemon SI) por Seras

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Después de recoger mis Pokebolas del transportador, me fui por el día. Koga me había dicho que viniera mañana por la mañana y comenzaríamos.

Honestamente, todavía era un poco extraño. No era extraño que un entrenador mayor, o incluso un líder de gimnasio, se enfrentara a entrenadores. Los entrenadores de gimnasio eran solo eso. Pero me di cuenta de que, fuera lo que fuese lo que Koga había planeado, no era un entrenamiento normal.

Suspiré. Tenía la sensación de que realmente me iban a presionar. Sentí que Koga no era el tipo de persona que tenía frío.

Aún así tuve un día. Así que me dirigí primero al Centro Pokémon. Quería controlar a mi equipo y asegurarme de que todos estuvieran alimentados.

Al entrar, reclamé una habitación y liberé a mi equipo uno a la vez.

Milótico primero.

"Miiii."

“Oh, no te deprimas. Lo hiciste genial." Le dije que después de soltarlo me había agarrado y estaba haciendo pucheros. Acariciando suavemente sus aletas calmé sus preocupaciones. “Hoy luchamos contra Pokémon realmente fuertes. ¡Y lo hicimos genial!”

"Milón".

"No estoy mintiendo. Todos nos acostumbramos demasiado a ganar. Es bueno que hayamos perdido. Necesitábamos aprender cómo era una pérdida”. Le digo mientras calmo su estado de ánimo. Estuvo bien. ¡Un poco de contacto siempre es importante!

Me reí mientras él exhalaba un resoplido contra mí, ¿sus orificios para respirar? En realidad no sé cómo se llaman... ¿Tal vez debería preguntarle a un profesor Pokémon? De todos modos, su resoplido hizo volar el aire por mi costado haciéndome cosquillas.

“Sólo tenemos que entrenar duro y vencerles la próxima vez. Además, él nos ayudará a entrenar, así que definitivamente lo derrotaremos antes de irnos. Tenemos que recolectar todas esas insignias de estrellas, ¿sabes? Me gustan las cosas brillantes”. Bromeo con él, ganándome un pequeño movimiento de diversión por parte de mi pez. Darme cuenta de que lo tenía. Me agaché y entre sus orificios de soplado, le soplé una frambuesa enorme.

"¡Molino!" Chilló, envolviéndome por completo para alejarme de sus sensibles escamas. Mi pareja me fulminó un poco con la mirada, pero mis risas impenitentes me provocaron un poco de ira.

Eso se detuvo cuando lo vi terminar de envolverme para que no pudiera escapar.

"¡E-oye, Milotic, no hagamos NADA!" Chillé cuando él presionó sus agujeros contra mi vientre y me devolvió el color frambuesa. ¡Mis brazos atrapados a mis costados lo único que tenía eran patadas para tratar de resistir la traición de mi compañero! "¡Yo-Misericordia!"

Pero Milotic no tuvo piedad en su corazón ese día. Siguió haciéndolo hasta que yo estaba hecha un desastre. “¡P-por favor! ¡Doy rendición! Grité tratando de respirar antes de que finalmente mi compañero aceptara mi rendición incondicional. Cojeando mientras jadeaba por aire todavía sostenido suavemente en sus espirales, no podía hacer nada más que respirar mientras él me miraba.