"Hace mucho tiempo, en una tierra muy pero muy lejana había un dragón solitario que quería dejar de sentirse solo, porque aunque tenía un guardián u guardaespaldas aun sentía su corazón pesado..."
-¿Es... Es un cuento de mi vida?- Murmuró Malleus extrañado, mirando de reojo el libro, no obstante siguió con la lectura.
".... El dragón un día decidió tomar uno de sus muchas salidas nocturnas para hacerle compañía a la solitaria luna, su única amiga, pero si alguien le preguntaría diría:
-Solo salí para ver las gárgolas del lugar-
Una excusa con algo de verdad , pero esa noche fue diferente... Ya que la mansión abandonada... Ya no estaba tan abandonada..."
-Qué visión más tierna tenías de cómo comenzó nuestra historia, mi pequeño tesoro- Murmuró el rey dragón con una sonrisa triste, mientras seguía con su lectura.
"El solitario dragón se encontró a las afueras del dormitorio abandonado a una pequeña y adorable niña humana, cuya amabilidad e ingenuidad cautivo al dragón, ya que a diferencia del resto del mundo, ella no le tuvo miedo alguno..."
Malleus sonrió ante ese dulce recuerdo que evoco esa lectura, sin embargo decidió dejarlo ahí, ya que por leer se quedó más tiempo en la torre del planeo, sin mencionar que estaba cansado de tanto llorar antes de encontrarte el libro.
Con magia se transportó hasta su habitación, llevando el libro consigo, ya que tener esa pequeña parte de ti consigo lo reconfortaba, tanto es así que por primera vez en mucho tiempo pudo dormir tranquilo, tanto que entró en un sueño profundo.
Pronto el Rey Dragón sintió el aire frío del exterior, también percibió lo que parecía ser copos de nieve caer sobre su rostro, lo que hizo que abriera los ojos notando un cielo nublado con una ligera nevada y rodeado de árboles secos... No se molestó en levantarse, se quedó ahí intuyendo lo que ocurría.
"¿Estoy soñando?" Pensó cuando se escucharon unos pasos pequeños en la nieve se dirigían a él y en su su visión se topó a una bebe de cabellos blancos y ojos rosados, con un gorrito tejido con cuernos, también tejidos ya que se notaba que aun no le crecían.
-.... ¿Apa?- Soltó la pequeña mientras se acercaba más a su rostro y empezó a darle palmaditas como intentando hacerlo despertar -¡Apa! ¡Apa!- Empezó a chillar de emoción la bebecita dando un par de saltitos.
Malleus se quedó sin palabras ante esa visión, de inmediato se sentó en helado para observar mejor a la bebecita la tomó con cuidado entre sus manos, era pequeña apenas iba a cumplir su primer año de vida lo que puede ver, tenía una cola muy gruesa de un dragón blanco que se movía muy contenta y con una chamarra que era obvio tres o cuatro tallas mayor.
Pero lo más destacado, eran esas bonitas escamas asomando por debajo del gorrito similares a las suyas y su adorable carita cachetona tan parecida a la tuya.
El Rey Dragón sintió sus corazón estrujarse y ojos llenarse de lágrimas ante esta visión tan bella de lo que hubiera sido hija de haber tenido la oportunidad de nacer.
-...¿Eta tiste?- Preguntó la pequeña sorprendida -¿Po que eta Apa?... ¿Quie te puso tiste? ¿Quie que le pege al mao que puso tiste a Apa?- Preguntó de nuevo la bebé dragón inflando los cachetadas.
-¡Jajaja! Pequeña princesita adorable~ No estoy triste, estoy feliz de conocerte al fin- Dijo Malleus conteniendo sus sollozos y abrazando a la bebecita contra su pecho -Eres preciosa, tan bella como tu madre, eres tan cálida y suave- Agregó sintiendo aún más presión en su pecho.
A Malleus no le importa que esto sea un sueño, quería disfrutarlo tanto como pudiera y por poco que durará, fue entonces que se dio cuenta de algo muy importante, si en este sueño está su hija, también estás tú.
-Pequeña ¿Dónde está tu madre? Papá realmente extraña mucho a mamá y quiere volver a verla- Preguntó Malleus acariciando la cabeza de la dragoncita.
-¡Ami! ¡¡AMIIIIIIIII TABIÉ EXTAÑA A APA!!- Grito la pequeña contenta de que haría sonreír a su mamá cuando le llevará a papá, se las ingenio para zafarse de los brazos de Malleus y se abrió paso entre la nieve -¡Po aquí, po aquí eta mami!-
-¡¡PRINCESA!!- Se escuchó un grito muy preocupado entre la espesura del bosque.
-¡¡JOVEN WAKA-SAMA DONDE ESTA!!- Se escuchó un segundo grito aún más preocupado.
-¡¡AQUÍ TOY!! ¡¡AQUÍ TOY!!- Gritó la bebé emocionada moviendo su colita de un lado a otro.
A los pocos segundos se aparecieron entre los árbol y arbustos se aparecieron dos soldados oscuros, uno de cabellera plateada y otro con cabellos verdes.
-¡Que bueno que esta bien joven Waka-sama!- Dijo aliviado el soldado corriendo así la pequeña, a la que no tardó en abrazar de manera protectora.
-¡Hoa Sebe, hoa Silve!- Saludo la bebé como si nada correspondiendo el abrazó.
-¡¿Princesa Aurora, por que escapó de su nana y cómo llegó tan lejos del castillo?!!- Preguntó Silver también preocupado por la niña.
Según la nana a la que le encargaron la pequeña dragoncita en lo que tú te reunias con la reina Maleficia, llevó a la pequeña a dar un paseo y de un pronto a otro esta salió corriendo y desapareció.
-¿Aah? Io no escape, nana me dejo bao un abol, dijo que vovia en un tatito, peo no vino así que fui bucala- Explicó con naturidad la bebé y ambos adultos fruncieron el sello.
-¡No se preocupe princesa, la llevaremos de regreso con su madre y regañaremos a la nana por olvidarla!- Exclamó Sebek conteniendo su enojo.
No es la primera vez que pasa esto, la corte y hasta los sirvientes rechazan a la princesa por ser mestiza y la culpan por la muerte del Rey Malleus, así como a su madre.
-¡No! ¡No! ¡Enconte a Apa!- Exclamó la pequeña señalando tras ella, pero ya no había nadie-... ¿Y Apa?- Pregunto la pequeña con carita triste, los adultos solo pudieron mirarse entre si confundidos.
-... Ay pequeña- Susurro Silver, imaginando que la princesita imagino que estuvo con su padre.
-Mejor volvamos con su madre y bisabuela, las dos están preocupadas por usted, su abuelo Lilia también está preocupado- Agregó Sebek sintiendo un nudo en la garganta, es realmente doloroso ver como la niña quería conocer a su padre.
La bebé dragón solo asintió haciendo pucherito y con ojitos llorosos, sin entender a dónde se fue papá, mientras era llevada de regreso con su familia por sus guardaespaldas de la familia real, no obstante la dragoncita soltó un pequeño estornudo porque tenía la cabecita fría desde hace un rato.
Ya no tenía su gorrito tejido que mantenía sus pequeñitos cuernos en crecimiento cubiertos.
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
Twisted Wonderland DOPPLEAGANGER
Fanfictionlibro negro que se encuentra en el lugar mas inesperado vida deseada y final tragico tiene escrito familia, amigos e hijos vivos y alegres pero el final del chico se encuentra no importa que ¿el chico estara dispuesto a cambiar de lugar con su versi...