¿Qué es el Autismo?

893 55 3
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo de manifiesta durante los tres primeros años de vida y perdurará a lo largo de toda la vida.

Los síntomas fundamentales del autismo son dos:

• Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social.

• Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.


Este trastorno es muy amplio en sus características, por ello se le llama "Espectro": no hay blancos y negros, sino una amplia e infinita gama de grises, con variación en sus síntomas, que dependen en la forma de ser del individuo, en su desarrollo, en su comportamiento, y el ambiente y los estímulos que lo rodean a lo largo de su vida.

Hay algunas personas con autismo que pueden presentar retraso madurativo, discapacidad intelectual, tics, hiperfijaciones, trastornos obsesivos compulsivos, trastornos del habla, etc.
Pueden ser más severos o más leves, dependiendo más que nada de las capacidades sociales y comunicativas de cada persona, su conexión con el mundo exterior, puede ser considerado de un grado mayor o menor, mientras más cerrados sean a los demás, y presente más síntomas se habla de un autismo más complejo.


Hoy en día se suele hablar de autismo en tres grados, que en realidad evalúan que tanta ayuda necesita el individuo con TEA para convivir con el mundo neurotípico:

Grado 1 - "Necesita ayuda": hay alteraciones en el funcionamiento, hay una mínima apertura a las interacciones sociales y una mínima respuesta a las mismas.

Grado 2 - "Necesita ayuda notable": dificultad en la comunicación social verbal y no verbal, problemas sociales aparentes incluso con ayuda in situ, reducción de respuestas o respuestas no normales a la apertura social de otras personas.

Grado 3 - "Necesita ayuda muy notable": dificultad o desinterés para iniciar interacciones sociales, respuestas atípicas o insatisfactorias a la apertura social de otras personas, grandes dificultades en la comunicación verbal y no verbal.


Las personas con TEA son muy sensibles a los factores del mundo exterior, suelen tener hipersensibilidad en la piel, muy buena audición, sentido del gusto delicado al igual que el olfato, son muy receptivos y esa cantidad de información los puede agobiar con facilidad.

Quieres tienen TEA también sufren de altas cargas de ansiedad por conflictos pequeños o que para otros serían insignificantes, por ejemplo: dudar en una decisión para ellos es sumamente estresante, sienten frustración por no poder expresarse como quisieran, por no poder hacer lo que quieren, muchas veces sienten que no pueden hacer las cosas más simples, como caminar, hablar, expresar sus sentimientos y pensamientos.

Son muy propensos a tener ataques de ansiedad, brotes de cólera, autolesión, llanto excesivo, suelen tener impulsos de huida, claustrofobia y pánico; provocados por las presiones que sienten del mundo exterior y su desconocimiento sobre cómo enfrentarlas.

Son muy sensibles a los cambios, especialmente los abruptos y los de gran importancia.

Por estás razones, por como el mundo exterior los afecta, las personas con TEA se mantienen en un estado de privacidad consigo mismo, bloqueando el mundo exterior, muchas veces sin ver ni escuchar a las personas, sin reaccionar a nada de lo que pasa a su alrededor, en una forma de estar en paz. Es lo que se se conoce como "Estar en su mundo", aunque aún son plenamente conscientes de lo que ocurre aún sin responder a los estímulos.

Las personas con TEA suelen ser muy selectivos con quiénes deciden relacionarse, son muy privados e íntimos, no confían en todo el mundo, no miran a los ojos a todo el mundo y no aceptan el contacto físico de cualquiera, es normal que tengan elegidos a un par de personas con las que relacionarse y que el resto del mundo no exista para ellos.

Con respecto a la socialización o sus reacciones, puedes ser erróneas, negativas, o equivocadas para las personas que no tienen TEA, por ejemplo: al ver alguien llorar una persona con autismo puede reaccionar golpeándolo porque es la forma que cree que va a dejar de llorar. De la misma forma, suelen hacer eso con ellos mismos.

Son muy extremistas, en sus emociones, pensamientos y reacciones, y también en lo que necesitan del mundo exterior, muchas veces solo ante una amenaza muy grande es a lo único a lo que pueden responder.

Cada persona con TEA tiene sus propias características, es un trastorno muy variado y muy diferente entre cada uno, cada uno necesita un trato diferente al otro por más que compartan ciertas características, pueden ser completamente diferentes.

Los síntomas del TEA no son fijos, pueden ir modificándose y la persona puede ir superándolo o empeorando con ellos, depende de las herramientas y estímulos que vaya adquiriendo con su desarrollo para facilitar su relación con el mundo.

El autismo es de por vida, y no existe cura alguna, sólo tratamientos que pueden ayudar a convivir con el TEA.


- - - NOTA DE LA AUTORA - - -

Antes que nada quisiera agregar que el TEA de Edgar en esta historia está basado en el TEA de uno de mis alumnos en la escuela, cuando escribí esta historia el pequeñín tenía 5 años, ahora va a cumplir los 10 y es todo un señorito. 💙

Las personas con TEA son muy incomprendidas, espero que si leen esto puedan tener un poco más de conciencia con ellos, también son personas y merecen lo mismo que otros.

Otra cosa que debo aclarar es que el autismo de Edgar  aquí quizás no sea del agrado de todos, ya que estoy intentando retratar un Grado 2 o 3, como expliqué más al principio.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SARANG ✿ FangarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora