Capítulo 3

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Penélope

Apenas entró junto a su madre al gran salón fueron anunciadas por el maestro de ceremonias. Sus hermanas y sus maridos serían presentados a continuación.

"Les presento a la honorable Lady Featherington y la señorita Penelope Featherington".

Al igual que la última vez que estuvieron en un evento de la tonelada hubo muchos ojos que se centraron en ellas haciéndola sentir nerviosa, era demasiado consciente de las miradas y los murmullos que les siguen mientras caminan hacía adelante.

Portia

Le da una mirada de reojo a su hija menor y nota su nerviosismo. Toma su mano dándole un apretón, intentado darle ánimos.

Siente que con su gesto Penélope se endereza y levanta la barbilla.

El orgullo que siente por su hija la llena al igual que la tristeza al recordar las veces que ella necesito su soporte y como madre no se lo concedió.

Se promete que nunca sucederá de nuevo. Tras los incidentes dados en su baile la temporada pasada está  decidida a ser una mejor madre con sus hijas, respetar sus decisiones y a darles su respaldo sin importar a quién se deba de enfrentar.

Sabe que Penélope desea conseguir un esposo esta temporada y hará todo lo posible para que su deseo se cumpla así que conduce a su pequeña a la mesa donde se colocaban las tarjetas de baile para colocar una en su muñeca con la esperanza que algún caballero le pida un baile antes que la velada acabe.

La anfitriona se acerca a saludarlas acompañada de un caballero que no recuerda haber visto en temporadas anteriores.

- Lady Featherington me alegra que usted y su hija estén presentes esta noche-. Su bastón tocó el suelo al final de su oración.

- Buenas noches Lady Danbury. Es un placer para nosotras ser invitadas a su baile, no nos perderíamos por nada-. contestó seguido de una reverencia.

- Me gustaría presentarles a Sir. Malcom de Northumerland. Estoy brindando mi ayuda para su reinserción a la tonelada en la búsqueda de una esposa-. Sonrío con astucia-. ¿Estoy en lo correcto al suponer que la señorita Penélope también busca un esposo o no es así?-.

- Como siempre está en lo correcto Lady Danbury, sigo en busca de un marido-. Le respondió segura a la matrona su hija.

Malcom

Su ser esta repleto de nerviosismo e intranquilidad al caminar hacía las damas pelirrojas guiado por Agatha.

Al estar frente a la definición de la esplendidez en persona, puede apreciar cada detalle de ella y experimenta un embelesamiento profundo hasta siente un pellizco.

No prestó atención a la conversión que se dio entre las mujeres, pero al darle un vistazo de reojo a la leona de la alta sociedad sabe que debe presentarse adecuadamente.

Pone su brazo sobre su pecho e inclina la cabeza ante la señorita y su madre mientras se presenta.

- Malcom de Northumerland para servirles mis señoras. ¿Puedo tener el honor de saber su nombre?-. Le dedica una pequeña sonrisa

- Mi nombre es Penelope Featherington, mi señor. Es un gusto conocerlo...-. Le devuelve la sonrisa y hace una cortesía-.

Su voz era como como el canto de una criatura mística lo envolvía con dulzura y seducción combinados.

Su siguiente pregunta salió más como una demanda, no estaba dispuesto a recibir un no como respuesta. Necesitaba conocerla mejor.

-¿Me permitiría un baile, señorita?

No había quitado sus ojos de ella para su suerte si no se hubiera perdido la manera en la que sus bellos ojos y su perfecta boca se abrían asombrados junto a un dulce rubor encender sus suaves mejillas.

- Por.. por supuesto. Sería un placer, mi señor.- levantó su brazo para que pudiera anotar su nombre en la tarjeta.

Oye la entrada de la Reina al baile y sabe que tiene que escoltar a la condesa Dandury para darle la bienvenida.

Se despide dejando un beso en su mano con la promesa de buscarla antes que su baile comience.
























La escritora anónima y el gran duqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora