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| Esquivando miedos (Parte 1) | Sophiliano |

Narradora

[Primer mes - Noviembre 2014]

El resultado de la prueba de embarazo, no fue lo que Sofía esperaba.

Todos sus sueños, metas y planes a futuro se le habían arruinado por completo al saber que estaba esperando un bebé. Sería mamá a los 20 años, apenas iba en sexto ciclo de universidad, ¿qué haría con un bebé?

Por otro lado, a Emiliano se le iluminó la vida. Aún no tenía en claro nada, pero lo que sí sabía era que ya amaba a ese bebé. Y cuando se dio cuenta de que su novia no quería tener al bebé, sintió que todo su mundo se le vino encima. Por lo que luego de ello, ambos tuvieron una pequeña discusión.

—Maldita sea, Emiliano, ¿cómo que quieres tener al bebé? Aún somos muy jóvenes, ese bebé no sobreviviría más de una semana si lo tenemos. 

—Lo cuidaremos, y podríamos pedirle ayuda a nuestros padres cuando sintamos que es demasiado.

—¿Y qué hay de mis sueños? Tú podrías seguir adelante con la carrera, pero yo no. Además, estoy en la cumbre de mi carrera de baile. Me llegan muy buenas propuestas y no puedo desaprovecharlas. Sabes que bailar es mi sueño, lo que más amo en esta vida. ¿Cómo puedes arrebatármelo obligándome a tener al bebé?

—¿Y piensas que yo no tengo sueños? Claro que tengo sueños, Sofía. Pero estaré dispuesto a cumplirlos a pesar de tener a nuestro bebé. 

—Bien por ti, pero yo no tendré a este bebé. 

Emiliano se arregló el cabello, desesperado. No quería perder a su bebé incluso antes de verlo nacer.

—Si abortas, debes tener muy en claro que nunca más podrás vivir tranquila porque cada día que veas a una madre con su bebé, la conciencia te carcomería por haberlo hecho, te hundirías porque fuiste capaz de matar a tu propio hijo antes de que si quiera nazca. Y también, ten en cuenta que ya no estaríamos juntos, porque yo no podría estar con la asesina de mi hijo. Así que piénsalo bien, Sofía  —se fue al balcón de su habitación a tratar de calmarse.

Sofía maldijo y se fue a sentar en la cama, con sus manos tapando su rostro y pensando en qué hacer.

Pasaron dos semanas en las que la relación entre ambos estuvo tensa, demasiado tensa, ni siquiera podían mantener una conversación fluida durante más de diez minutos, porque terminaban discutiendo.

[Segundo mes - Diciembre 2014]

Sofía había decidido que no tendría al bebé, y solo se lo había dicho a su mejor amiga, Paula. Ellas, junto a Emi y Nathan se habían conocido en la universidad y eran inseparables. Paula trató de detenerla cuando le comentó la noticia, pero Sofía no le hizo caso. Paula se sentía culpable por saber la estúpida decisión que tomaría su amiga, así que minutos antes de la cita con la doctora, ella decidió llamar a su amigo para contarle. 

—Emi, hola, soy Pau —habló al teléfono, con la voz llena de preocupación.

—Hola Pau, ¿qué sucede? —preguntó, sintiendo ansiedad al escuchar la voz preocupada de Paula.

—Sofía está en la clínica, dijo que iba a abortar. Ve a detenerla. No está tomando la decisión correcta.

—Gracias por avisarme, Paula. Iré de inmediato —dijo Emiliano, colgando rápidamente para ir a la clínica.

El castaño llegó corriendo al estacionamiento de la clínica, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Miró el edificio, una estructura moderna con paredes de cristal que reflejaban el gris del cielo nublado. Se detuvo un momento, respirando hondo para calmarse, antes de entrar por las puertas automáticas del consultorio y una vez dentro, se acercó a una recepcionista,