Epílogo

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La nueva dinámica entre los tres no fue fácil de manejar al principio (ni durante). La competitividad y los celos todavía aparecían, pero con comunicación y paciencia, comenzaron a encontrar un equilibrio. Las noches estaban llenas de conversaciones profundas, risas compartidas y momentos de ternura. Había desafíos, desde la aceptación de la corte hasta las amenazas constantes contra el reino, pero juntos, encontraron fuerza y consuelo en su amor compartido.

Los entrenamientos y las misiones se volvieron más intensos, pero siempre había momentos de ternura y apoyo mutuo. Gojo y Geto, aunque seguían siendo competitivos, aprendieron a valorar sus diferentes enfoques y a complementarse. Yuuji, en medio de todo, floreció con el amor y la protección de sus dos alfas.

El tiempo que pasaron juntos no estuvo exento de pruebas. La corte murmuraba sobre la inusual relación del príncipe, algunos con aprobación y otros con desdén. Sin embargo, la determinación y el amor del trío pronto demostraron su valía. Gojo y Geto, a pesar de sus personalidades contrastantes, se convirtieron en un equipo formidable, protegiendo el reino y a Yuuji con una sincronización casi perfecta.

Yuuji, por su parte, se fortaleció tanto en cuerpo como en espíritu. Los entrenamientos diarios con sus guardianes no solo mejoraron sus habilidades de combate, sino que también reforzaron su confianza y liderazgo. Bajo la tutela de Gojo, aprendió a ser audaz y estratégico, mientras que Geto le enseñó la importancia de la paciencia y la reflexión.

Una noche, bajo el cielo estrellado, Yuuji se encontraba en el jardín, entre sus dos guardianes. "Gracias," murmuró, mirando a Geto y Gojo. "Por estar aquí para mí, por aceptarme y por aceptarse entre ustedes."

"Estamos juntos en esto," murmuró Gojo, su brazo alrededor de Yuuji.

Geto asintió, tomando la otra mano de Yuuji. "Somos una familia ahora, y nada nos separará."

A pesar de las constantes amenazas y responsabilidades, siempre hubo tiempo para la ternura. Las noches después de las batallas se pasaban en la tranquilidad del jardín, bajo el cielo estrellado. Allí, los tres encontraban momentos de paz, lejos de las miradas curiosas y las preocupaciones diarias.

Una noche, mientras las estrellas brillaban intensamente sobre ellos, Yuuji se encontraba en el jardín, entre sus dos guardianes. El aroma de las flores nocturnas llenaba el aire, y el suave canto de los grillos proporcionaba una melodía tranquila.

"Gracias," murmuró Yuuji, mirando a Geto y Gojo. "Por estar aquí para mí, por aceptarme y por aceptarse entre ustedes."

Gojo, con su sonrisa habitual pero con una sinceridad que pocas veces mostraba, respondió suavemente. "Estamos juntos en esto," dijo, su brazo alrededor de Yuuji. "No podría imaginarlo de otra manera."

Geto, con su calma característica, asintió y tomó la otra mano de Yuuji. "Somos una familia ahora."

***

A medida que pasaban los años, su vínculo solo se fortaleció. La corte finalmente aceptó su relación, y el reino prosperó bajo su protección. Yuuji, Gojo y Geto se convirtieron en leyendas vivas, no solo por sus habilidades en combate, sino por el amor y la unidad que demostraban cada día fomentando leyes e ideologías seguras omegas, betas y alfas.

Choso, observando desde su trono, junto a Sukuna quien ayuda a liderar el reino, sintió una profunda satisfacción al ver a su hermano menor feliz y seguro. Sabía que había tomado la decisión correcta al confiar en Gojo y Geto para cuidar de Yuuji.

FIN.

NOTA:

Espero que les haya gustado

☆⌒(>。<)

(Deberían de existir mas fanfics con ellos tres )

(╥_╥)

Capaz y luego escriba explícitamente como pasaron el celo como extra

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