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Una hermosa mañana era digna para dar un paseo por el parque a caballo, cada familia se encontraba ahí ya sea caminando o montando en sus corceles.
Valentina iba en su caballo blanco detrás de Ela quien iba junto a James, quienes iban discutiendo, Sus demás hermanos junto a su hija se habían quedado en casa por lo que tenía que soportar ver a su prima reclamarle a su hermano.
─ No tienes que tomar la palabra de Lady Whistledown en serio, Las palabras de la reina si ─ le dijo James ─ No le hagas caso a cosas que escribe una escritora anónima que no son ciertas.
─ Si son ciertas, por culpa tuya hermano ─ Hablo Valentina desde atras.
─ No te metas Valentina ─ James la miro de forma sería ─ Solo te protejo es mi deber.
─ ¿y donde queda mi deber?, yo no puedo decidir no casarme James, No tengo tal privilegio, para esto me han criado toda mi vida, para ser una buena esposa ─ lo miro molesta, Valentina tuvo un deja vu, se vio hace tres años teniendo esa misma discusión con su hermano.
Dejó de prestarles atención para ver a lo lejos a Daphne junto a Anthony, la menor avanzó rápido en su caballo dejando atrás a su hermano.
Valentina sintió la necesidad de acercarse a el pero detuvo esos pendientes de inmediato, estaba teniendo una pelea interna con su pensamientos y emociones que no se dio cuenta cuando el vizconde llegó a su lado.
─ Lady D'Amore, que gusto verla ─ hablo el hombre que ella estaba tratando de evitar.
─ Vizconde Bridgerton, me apena decirle que el gusto no es mutuo ─ le respondió manteniendo su vista al frente.
─ Veo que no ha cambiado ─ volvió a hablar Anthony con una sonrisa divertida en su rostro.
Valentina lo ignoro y siguió mirando al frente, se sumieron en un silencio algo incómodo sin saber que decir.
