Ok este es el último capitulo de relleno lo prometo voy a hacer este capitulo medianamente largo entre otras cosas y tranca que el próximo cap es el del puente así que no se preocupen
Perdón si lo alargo mucho pero es mi primera historia y quiero que sea una medianamente buena
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Se ve a nuestro gallo durmiendo plácidamente en su cama mientras se acurrucaba con sus frazadas y su almohada
Yuji: jeje Jennifer... si... eres bonita- el sonido de su celular lo despierta al tener una llamada entrante- hola?
Mai: hola yuji
Yuji: mai? Como conseguiste mi número?- este preguntaba bastante confundido y adormilado
Mai: te estoy llamando desde el celular de todo... Al parecer eres su contacto de emergencia, bueno el punto es que te necesito aquí para que me ayudes a cuidar a este idiota que se enfermo por ir a un concierto de takada a media noche y sin camisa
Todo: valió la pena cof... cof... cof!!- su vos se escuchaba en el fundó
Mai: cállate! Bueno ven rápido
Yuji: bueno iré lo más rápido que pueda- el se empieza a vestir
Mai: bueno aquí te espero- esta corta la llamada y suspira aliviada y con un toque de emoción por ver al gallo- siii!
Todo: hey que te pasa?
Mai: nada que te importe idiota (solo vendrá mi futuro esposo yay)- esta se sonroja levemente pero evita mirar a todo quien estaba en la cama agonizando
Devuelta con yuji este se estaba preparando para ir a kioto asta que alguien toca su puerta
Nobara: hey yuji porque no preparaste el desayuno- esta entra y se sienta al lado de yuji y se apoya en su hombro
Yuji: me tengo que ir todo esta enfermo- este acariciaba suavemente el pelo de ella de forma amigable
Nobara: bueno me debes un desayuno idiota (más te vale volver rápido)- se deja acariciar por el pelirosa aste se levanta- bueno nos vemos mañana
Yuji: sep nos vemos- le da un golpesito juguetón en el hombro y se va
Nobara: (no puedo creer que este idiota sea tan lindo cuando quiere jeje... parece un cachorro... mi cachorro)
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Yuji se encontraba caminando hacia la entrada de la escuela de kioto donde lo esperaba mai con su típica pose arrogante pero con una pequeña sonrisa de satisfacción y felicidad al ver a nuestro gallo
