❝𝟎𝟓❞

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Mi cerebro logró bloquear las siguientes veinte palabras que salieron de la boca de Merle, sabía que no era nada importante. Como todo lo que dice, mire a Daryl y solté un suspiro.



──𝙑𝙖𝙢𝙤𝙣𝙤𝙨.. ──Mathew me siguió de cerca, y la voz de Merle volvió.



──Hey, Zarigüeya. Así es como te llamaban no? Bueno, pero si decidiste volver. ──Lo mire sobre mi hombro, y Mathew también se ahorro el corregir el como me había llamado, solo lo hacia para molestar.



Me detuve al lado de la puerta de mi auto y al fin lo mire a los ojos, haciéndole ver que lo Inspecionaba.


──𝙇𝙖 𝙚𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙚 𝙝𝙖 𝙖𝙛𝙚𝙘𝙩𝙖𝙙𝙤, 𝙈𝙚𝙧𝙡𝙚. 𝙏𝙚 𝙝𝙖𝙨 𝙫𝙪𝙚𝙡𝙩𝙤 𝙡𝙚𝙣𝙩𝙤. ──Un tono mordaz debajo de todo ese neutralismo, el fruncio el ceño ante lo que dije.



Pero es verdad, solía tener una mejor facilidad para escapar de la policía, aunque no se salvaba de los reformatorios en varias ocasiones.


──El humo de la ciudad te ha afectado la cabeza.

──𝙉𝙤 𝙘𝙧𝙚𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙖𝙣𝙩𝙤 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙡𝙖 𝙚𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙚 𝙝𝙖 𝙖𝙛𝙚𝙘𝙩𝙖𝙙𝙤 𝙖 𝙩𝙞. ──Me encogi de hombros y desbloquee el auto. Daryl subió de copiloto. Y mire a Mathew.



──No pienso subirme con el. Iré a casa, deje a la pequeña con la niñera y ya casi es hora que se vaya. Ven a cenar con nosotros luego,  quieres? ──Merle, quien había dejado de lado el hecho de que Daryl había subido a mi auto. Se volvió hacia Mathew.



──El trabajo de ama de casa te va bien, falta que tu esposa te preste sus malditos vestidos. ──Abri la puerta de mi auto despidiendome con la mano de Mathew.


──𝙉𝙤 𝙨𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨 𝙢𝙖́𝙨 𝙩𝙤𝙣𝙩𝙤, 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙞𝙚𝙣𝙨𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨𝙤 𝙥𝙤𝙙𝙧𝙞́𝙖 𝙨𝙚𝙧 𝙪𝙣 𝙞𝙣𝙨𝙪𝙡𝙩𝙤. 𝙊 𝙚𝙡 𝙝𝙚𝙘𝙝𝙤 𝙙𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙣𝙨𝙚𝙧𝙞𝙤 𝙥𝙞𝙚𝙣𝙨𝙚𝙨 𝙚𝙣 𝙈𝙖𝙩𝙝𝙚𝙬 𝙘𝙤𝙣 𝙫𝙚𝙨𝙩𝙞𝙙𝙤. ──Le dije con burla, y me subí al auto antes de que dijera algo. Mire a Daryl, estaba de brazos cruzados y tenía la mirada baja.



──𝙉𝙤 𝙩𝙚 𝙚𝙣𝙤𝙟𝙚𝙨 𝙘𝙤𝙣𝙢𝙞𝙜𝙤 𝙨𝙞 𝙢𝙚 𝙥𝙖𝙨𝙤 𝙪𝙣 𝙥𝙤𝙘𝙤. ──Aunque quizás me sobrepase hace cinco segundos atrás.



──Esta bien. ──Dijo en un murmullo bajo, lo mire durante otro minuto por si tenía que decir algo más.



Baje la ventanilla del auto, mirando a Merle de forma aburrida.



──¿𝙑𝙖𝙨 𝙖 𝙨𝙪𝙗𝙞𝙧? 𝙤 𝙥𝙧𝙚𝙛𝙞𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙘𝙖𝙢𝙞𝙣𝙖𝙧 𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖? ──Bueno, si seguían viviendo donde recuerdo. Entonces sería un largo camino hasta allá.

Subió atrás, y se acercó entre medio de los asientos para hablarnos. Encendi el auto para ponernos en marcha.


──Bueno bueno, no crei que fueras a volverte tan valiente, zarigüeya. Sigues teniendo una boca difícil de cerrar eh, unos cuantos golpes y se te pasara. ──Miro a Daryl un momento y luego volvió a mi.



──Tu amiguito si que ha cambiado. Ahh, recuerdo esos días en que eras como un pequeño gnomo de jardín. Tan enano y débil. ──Daryl y yo intercambiamos miradas. El volvió a concentrarse en el tablero luego de darme un pequeño asentimiento, una especie de señal de que podía continuar.



·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳Եհҽ sԵαղժ ꨄ ძᥲrᥡᥣ ძі᥊᥆ᥒ ᥊ mᥲᥣᥱ᥆ᥴ !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora