19.

114 24 13
                                    

7:52 p

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

7:52 p.m.
25 de septiembre de 2020
Gukjegeumyung-ro, Yeongdeung-po, Seúl.


—¡Atención, tierra llamando a Kang!

Parpadeé con rapidez y eché la cabeza hacia atrás al sentir la cercanía de Sungji, quien había estado chasqueando sus dedos frente a mi rostro durante varios segundos. Carraspeé, totalmente perdida en el espacio, y fruncí el ceño cuando la rubia me jaló del brazo.

—¿Qué haces, Noh?

—Estoy tratando de que vuelvas a la realidad —dijo, zarandeándome—. Tu mamá te está buscando desde hace un rato.

—¿Mi madre? —repetí, aún confundida—. ¿Por qué?

—Dice que está por llegar la familia Kim —respondió, mirándome a través del espejo del sanitario—. Y que tienes que presentar tus saludos.

—¿La familia Kim?

—¿No los conoces? —cuestionó, sorprendida, y automáticamente giró su cabeza hacia mí—. Mencionó algo de un pretendiente y un futuro noviazgo.

Rodé los ojos al escuchar la manera en la que había enfatizado esas dos palabras. La imagen del joven peliplateado, a quien solo había visto una vez, apareció entre mis memorias, y con él, el rostro del hombre rubio con el que desafortunadamente me había encontrado ayer.

—No le hagas caso. Está loca.

—Te entiendo completamente, Kang —habló, entrelazando su brazo con el mío para guiarme a la salida del baño—. Teniendo a Lee Jeno como pretendiente, los demás hombres dan igual.

Arrugué el entrecejo, disgustada por su comentario, y forcejeé en un intento de revelarme contra ella. La rubia, quien llevaba puesto un largo vestido de color negro, elaborado a su medida y bordado para esta ocasión especial, me dedicó una amplia sonrisa.

—No menciones su nombre. Siento un escalofrío al escucharlo —pedí, evocando lo que había sucedido la noche anterior.

Tras la inesperada reunión de un par de inexpertos farsantes, debía admitir que ninguno de nosotros supo cómo reaccionar el día de ayer. Después de que Sungji pronunciara el nombre de Jeno, los cuatro involucrados nos miramos en silencio, esperando que nadie mencionara el hecho de que, en realidad, estábamos fingiendo ser otra persona.

—Sigo sin creer que Jihye buscó el rostro del sustituto de Lee en ese momento —comentó la rubia, abriendo la puerta—. A juzgar por su reacción, parecía que Jihye y el reemplazo seguían viviendo en un bonito mundo de fantasía.

A pesar de que nuestros suplentes parecían no estar al tanto de la situación, era más que evidente que Jeno finalmente había confirmado que todo este tiempo había estado mintiéndole. El hecho de que frente a él aparecieran las dos jóvenes de nombre exótico, quienes además lucían demasiado cercanas para ser simples extrañas, tuvo que haber aclarado sus dudas.

Mentiras | Lee JenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora