Happy Boy

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La agresión.

Todos tienen un lado agresivo, quieran o no.

Te enojas con alguien y tratas de atacarlo de la manera que sea.

Perdemos el control de nuestro cuerpo y nos dejamos llevar por nuestros pensamientos.

Algunas veces con la idea de matar a la persona o solo dañarla.

O...

¿Solo me pasa a mi?

. . .

maldita perra! ¡Muere ya!" - Weimar dijo mientras trataba de ahogar a T. Reich con una almohada.

T. Reich forcejeaba por su vida, sus manitas tratando de agarrar la almohada o a Weimar, se sentía desesperado...

T. Reich dejo de moverse después de un momento, Imperio alemán entro a la habitación al escuchar los gritos.

Todos se quedaron en silencio, Weimar soltó la almohada, T. Reich trataba de recuperar su respiración, Imperio alemán tomo del pelo a Weimar y lo empujó, se arrodilló enfrente de T. Reich abrazándolo y frotando su espalda.

"Ya, ya, mi niño, vas a estar bien, vas a estar bien..." - él empezó a consolarlo mirando de reojo a Weimar con una mirada de odio y decepción.

Weimar solo lo miro de vuelta, su ceño fruncido y sus puños cerrados con fuerza.

"Los voy a matar a los dos." - Weimar murmuró para luego salir de la habitación.

. . .

Inocencia e ingenuidad.

Confiar en todos es peligroso.

No se puede confiar en nadie realmente, pero un niño pequeño, inexperto de la vida, confiara en quien sea, incluso después de que este mismo le haya agredido.

El pequeño seguirá confiando en esa persona.

. . .

T. Reich estaba sentado en el patio de la casa, su cola de demonio moviéndose feliz mientras miraba el paisaje frente de él, miraba pájaros pasar, el viento le desordena su pelo ligeramente, haciéndolo reír un poco.

Miro para atrás al escuchar pasos ir hacia él, miro a Weimar quien se sentó a su lado, le sonrío a Weimar, inclinándose hacia él mientras le ronroneaba, su cola de demonio siguio moviéndose feliz.

"¿Cómo estás, Weimar? Yo estoy muy bien" - él empezó a hablarle.

Weimar no lo miro pero si le respondió.

"Estoy bien." - dijo de manera cortante, pero al menor no pareció importarle.

"¡Que bien!"

Los dos se quedaron en silencio después de esa pequeña interacción, T. Reich sonreía alegre mientras que Weimar mantenía una expresión fría.

My life, my love, my death.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora