Capitulo 23: Pruebas Irrefutables

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ALESSANDRO

DOS DÍAS DESPUÉS

Me encontraba sentado en mi oficina, sumido en pensamientos oscuros y amargos. La imagen de Mia traicionándome, engañándome, no dejaba de torturarme. Me sentía estúpido, un completo idiota por no haber visto lo que estaba planeando. Ahora que había escapado, no tenía la menor duda de que era una traidora. Tenía a toda mi gente buscándola por la ciudad, determinado a encontrarla y enfrentarla.

De repente, la puerta se abrió y mi hermano Dylan entró en la oficina. La frustración se intensificó en mi pecho.

               —Lárgate, Dylan. No estoy de humor para tus sermones le dije sin levantar la mirada.

               Alessandro, tienes que ver esto dijo Dylan con seriedad, ignorando mi orden mientras colocaba su laptop sobre el escritorio.

Lo miré con desdén, pero su insistencia me hizo ceder. Abrió la laptop y comenzó a explicarme.

               —Tengo un amigo de confianza en el banco donde se creó la cuenta bancaria a nombre de Mia. Le pedí los videos de vigilancia del día en que se abrió la cuenta dijo, mientras cargaba un video.

En la pantalla, un hombre con gorra se acercaba a la recepción y abría la cuenta, falsificando la firma de Mia. Pero en ningún ángulo de las cámaras se veía su rostro.

               —Comencé a dudar de mis sospechas continua explicando mi hermano. Así que decidí verificar la ubicación del celular de Mia durante las noches en que las misiones fallaron. La mayoría de las veces, el celular de Mia se encontraba en un bar. Le pagué a alguien para obtener los videos de vigilancia del bar de esas noches.

Los videos mostraban a Mia bebiendo sola. En algunos, estaba acompañada por viejos amigos de la preparatoria, pero todos ellos estaban limpios. No había señales de contacto con nadie de Pandora.

               —También hablé con una mesera del café donde Mia y Alex se encontraron dijo Dylan, mostrándome el último video. Ella me dijo que Alex le estaba diciendo cosas a Mia sobre querer volver con ella y que la besó de repente, pero Mia rechazó el beso al instante.

Observé los videos, el peso de la evidencia comenzando a penetrar mi ira y confusión. Todo parecía indicar que Mia no era la traidora que había creído.

               —Fueron muy cuidadosos al querer inculpar a Mia concluyó mi hermano, mirándome con seriedad. No estoy diciendo que ella sea inocente, pero hay muchas cosas que no cuadran. Alguien se esforzó demasiado en hacerla parecer culpable.

La rabia inicial se transformó en una mezcla de duda y desesperación. ¿Y si me había equivocado?, ¿Y si Mia realmente era inocente?.

              —Necesitamos encontrarla, Alessandro dijo Dylan con su voz firme. No para castigarla, sino para obtener la verdad. Y para eso, necesitamos tu mente despejada y enfocada.

Asentí lentamente, mi mente girando con la nueva información. Había tomado decisiones precipitadas y podía haber cometido un error fatal. Ahora, más que nunca, tenía que encontrar a Mia.

Observé cómo Dylan sacaba su teléfono y comenzaba a hacer llamadas a sus contactos en la comisaría. Sabía que si podíamos obtener más información sobre Alex, quizás podríamos localizar a Mia o, al menos, averiguar más sobre los miembros o el líder de Pandora. La tensión en la habitación era palpable mientras Dylan hablaba en voz baja y seria, intercambiando información rápidamente.

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